Solo 100 mililitros

Me sigue sorprendiendo que a 16 años de esta regla, aún existan contenedores gigantes para productos de más de 100 ml en los aeropuertos.

Solo 100 mililitros
Stephanie Lewis

Después de una larga vacación con mis abuelos, volví a casa desde el aeropuerto de Los Ángeles. Tenía 17 años, no sabía empacar y viajaba con el perico; por primera vez no fue necesario ponerme en custodia con los sobrecargos de la aerolínea, pero eso implicaba estar mucho más atenta de mi parte. Llegué a los arcos de seguridad y me querían retener unos perfumes que mi abuela enviaba como obsequios, me explicaron que recién acababa de entrar una nueva regla para los viajeros: no más de 100 ml por botella. Aún se puede trasladar hasta diez botellas de ese tamaño; en conjunto no deberán de sumar más de un litro. Mientras la revisión continuaba, pregunté por qué y se limitaron a responder que un terrorista quiso pasar unas bombas. No pregunté más y al final sí me dejaron pasar los perfumes.

El año pasado tomaba un vuelo, era temprano y estábamos formados en paz en los arcos, cuando de pronto a alguien le quitan un litro de shampoo; el señor les gritó todo lo que se le pudo haber ocurrido y terminó en un: “no saben quien soy yo”. Efectivamente no supimos. Lo que hoy me sigue sorprendiendo es que a 16 años de esto, dieciséis, aún existan contenedores gigantes para productos de más de 100 ml y lo peor, personas que le griten a estos colaboradores, cuando lo único que hacen, es cuidar de cada pasajero.

Esta regla se la debemos a tres musulmanes británicos, Tanvir Hussain, Abdulla Ahmed Ali y Assad Sarwar, quienes eran terroristas y en nombre de Alá iban a volar siete aviones en pleno atlántico que se dirigían desde Londres hacia Estados Unidos y Canadá, en un mismo día, sincronizados. El ataque fue frustrado desde el Aeropuerto Internacional de Heathrow y los hombres en cuestión fueron detenidos y declarados culpables de conspirar. Su objetivo era perpetrar una atrocidad terrorista que permaneciera en la historia, sobre todo al lado de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. No funcionó, pero ahí nacieron los 100 mililitros.

Hoy damos por hecho la regla cada vez que hacemos equipaje, pero igual no nos cuestionamos por qué existe y por qué deberíamos de prácticamente celebrar cuando un oficial retiene un producto con más de lo permitido.

¿Qué es lo más absurdo que les han quitado? A mi una pasta de dientes de 120 ml; lo eché a mi equipaje sin darme cuenta y lo tiraron llegando al aeropuerto. Hasta me dio risa.

@laleguis

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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