El regreso de “la mafia del poder” (O la artillería pesada del presidente)

De manera ágil, el presidente López Obrador se reconcilió con la mayor parte del sector empresarial, y la mafia del poder poco a poco dejó de existir… Hasta hace un día, el 31 de enero.

El regreso de “la mafia del poder” (O la artillería pesada del presidente)
Adela Navarro

Hacía muchos discursos, y tiempo, que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no invocaba a “la mafia del poder” para arremeter contra un “adversario”.

La mafia del poder fue el centro de sus campañas a la presidencia de la República, a partir que en 2006, percibió estaban detrás de aquella estrategia electoral que lo consideraba “un peligro para México”, y cuando acusó, le habían robado la elección al concederle el triunfo, con un cerradísimo margen, al panista Felipe Calderón Hinojosa.

A partir de aquella elección y en los años subsecuentes, López Obrador basó gran parte del discurso de campaña en exhibir a la mafia del poder, la otra premisa era fustigar la corrupción de panistas y posteriormente de priístas.

En 2011, para el hoy presidente de la República, la mafia del poder estaba integrada por empresarios y políticos, desde el hombre más rico de México, Carlos Slim, pasando por el titular de Televisa, Emilio Azcárraga, Claudio X. González, por supuesto, el priísta Manlio Fabio Beltrones, el panista y ex presidente, Vicente Fox, Carlos Salinas.

Hacía referencia clara que los empresarios integrantes de la mafia del poder, eran aquellos que aparecían, en el 2011, en la lista de los más ricos según la revista Forbes. Donde, aparte de Slim y Azcárraga, fueron incluidos ese año, Daniel Servitje de Grupo Bimbo, Roberto González (+) de Banorte, Germán Larrea de Grupo México, Ricardo Salinas de Elektra, Alberto Baillères, Grupo Bal, Jerónimo Arango (+) Grupo Aurrera, entre otros destacados.

El 28 de noviembre de 2017, el entonces aspirante presidencial de Morena, en su página de campaña retomó uno de sus discursos, el cual tituló: “Manda AMLO mensaje a la mafia del poder: no van a imponer a un nuevo títere a nuestro país¨.

Se refería al priísta José Antonio Meade, y profundizaba: “los traficantes de influencias, los que se creen amos y señores de México han hecho mucho daño al país al imponer presidentes de la República, ya lo hicieron a la mala al imponer a un pelele, a un títere como Felipe Calderón, causaron mucho daño, convirtieron al país en un cementerio.”

“Ya también impusieron a otro pelele, a otro títere, a Peña Nieto y miren cómo está nuestro querido México, impera la corrupción, hay mucha pobreza, mucha inseguridad, mucha violencia, y ahora quieren a otro pelele a este señor Meade, a este señoritingo, pues ya no, ahora será el pueblo el que va a elegir al próximo presidente de México, ya no más peleles, ya no más títeres”.

Efectivamente, al año siguiente en el 2018, el Instituto Nacional Electoral, confirmaría una votación histórica en México a favor de Andrés Manuel López Obrador. Ya electo pero aún sin constancia, la cual se daría sin cortapisas, el morenista comenzó a cambiar el discurso. La mafia del poder poco a poco fue desapareciendo de su retórica, hasta convertirse en una estrategia electoral de su pasado.

En noviembre de 2018, cuando faltaban menos de quince días para que López Obrador asumiera la presidencia de la República, creó lo que llamó Consejo Asesor Empresarial. Fue la confirmación del acuerdo del futuro presidente con los grandes empresarios que, en algunos casos, fueron parte de lo que en el pasado había calificado como “la mafia del poder”.

Se trataba de Ricardo Salinas Pliego de Grupo Salinas, Bernardo Gómez de Televisa, Olegario Vázquez de Grupo Ángeles, Carlos Hank González de Banorte, Miguel Rincón de Bio Pappel, Daniel Chávez de Grupo Vidanta, Sergio Gutiérrez de DeAcero, y Miguel Alemán (prófugo) de Interjet. López Obrador aclararía que no serían los únicos, pues sumaría en adelante a otros empresarios.

Carlos Slim por ejemplo, es hoy día uno de los principales aliados del presidente de la República, quien se refiere al hombre de negocios como “además de amigo, buen empresario”, Frecuentemente no solo comparten ideas y alimentos, sino que, por ejemplo, el líder de Grupo Carso, se responsabilizó de la reconstrucción de la siniestrada Línea 12 del metro de la Ciudad de México, y es parte importante en la construcción de una de las obras emblemáticas de AMLO, el Tren Maya.

De manera ágil, el presidente López Obrador se reconcilió con la mayor parte del sector empresarial, y la mafia del poder poco a poco dejó de existir… Hasta hace un día, el 31 de enero, cuando el presidente asume, que detrás del reportaje de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, y Latinus, que revela la vida de lujo de su hijo mayor, José Ramón, en Houston, Texas, está “la mafia del poder”.

Después de haber guardado silencio durante tres días sobre el caso de su hijo, el presidente lo abordó en su conferencia matutina del lunes 31 de enero de 2022, dijo, entre otras premisas:

“Este fin  de semana salió el escándalo de que un hijo mío, José Ramón, ya grande de 40 años, casado, vivía en una residencia en Houston, queriendo equiparar, como diciendo, son iguales, es lo mismo, dónde está la austeridad, Carmen Aristegui casi lo comparaba con la casa blanca, nada más decir que, primero que en este gobierno no tienen influencia mis hijos, no se les da contrato a ningún recomendado, en el asunto del matrimonio, pues ahí está complicado meterse, ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada qué ver con el gobierno, ni un contrato, ni una recomendación, no somos iguales”

“Pero este señor Loret de Mola es un mercenario hizo un escándalo porque cree que somos iguales, no, no, él estaba y sigue estando al servicio de la mafia del poder…”.

Y ahí estaba, de repente, una vez más la más fuerte, socorrida y triunfante frase de campaña de López Obrador: “la mafia del poder”.

A la mitad de su sexenio, y para, evidentemente, defenderse de la afrenta ante la exhibición de los lujos con los que vive su hijo mayor cuando él pregona la austeridad y condena el aspiracionismo, el presidente sacó su artillería pesada electoral, “la mafia del poder”.

Esta vez no dijo a quién se refería, no dio nombres como si los ofreció en el pasado, pero señaló a ese ente ahora intangible en que convirtió a “la mafia del poder”, como a quienes sirve el periodista Loret, quien junto con Latinus, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Carmen Aristegui, y otras decenas de medios de comunicación, divulgaron el 27 de enero el reportaje “Así vive en Houston el hijo mayor de AMLO”.

Y resulta pues, que “la mafia del poder” de quien fue candidato y hoy es presidente, está de regreso, solo falta que diga, otra vez, quiénes la integran, ya que algunos de sus antiguos miembros, forman parte de su consejo asesor empresarial. Queda la duda.

@adelanavarro

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