Carta al Magistrado Luis Pérez de la Fuente

Sé que tal vez para usted soy un caso más, pero quiero decirle, su señoría, que para mí no es un magistrado más, para mí es una persona que va a resolver el rumbo de mi vida.

Carta al Magistrado Luis Pérez de la Fuente

Por Claudia Ivonne Sánchez Mayorga, desde el penal de Santa Martha

Por favor, ayúdeme a entender.

Magistrado Luis Pérez de la Fuente, en verdad me encuentro completamente desolada y sin respuesta. El pasado miércoles 3 de agosto 2022 se llevó a cabo la audiencia de vista en la cual yo tenía completa confianza en que usted estaría presente; después de casi tres horas que duró la audiencia de vista y pude comunicarme con mi defensora, me dio la noticia de que usted no se encontraba presente, que quien llevó a cabo la audiencia de vista fue el secretario de acuerdos en funciones de magistrado, debido a que usted se encontraba de vacaciones y regresaría hasta el día martes 16 de agosto de 2022. En cuanto mi abogada me dio la noticia de nueva cuenta me sentí sola, abandonada, burlada como en las otras ocasiones. ¿Por qué menciono las otras ocasiones?

Para mí es importante que usted sepa que desde mi detención nadie me ha juzgado conforme a derecho, nadie ha tenido la ética ni el profesionalismo como para hacer su trabajo correctamente. Cuando me dieron el auto de formal prisión en el año 2013 quien lo dictó fue un secretario de acuerdos en funciones de juez; esto fue en el estado de Nayarit. Cuando me confirmaron el auto de formal prisión dos años, ocho meses después fue un secretario de acuerdos en funciones de magistrado. Después de ocho años de estar privada de mi libertad me dictan una primera sentencia. En esta ocasión sí fue una jueza del Juzgado Sexto de Distrito en la Ciudad de México, esto es, la jueza Karla Montes Ortega, la cual ni siquiera se percató de las violaciones al debido proceso y tampoco se percató de que no tenía una defensa adecuada, y fue por ello que me hicieron reposición de procedimiento. Un año después me dictan de nueva cuenta una sentencia condenatoria, y quien lo hace es una secretaria en funciones de jueza; curiosamente, ahora sí se dan cuenta de que de las cinco supuestas víctimas que me imputaban deciden resolver que solo tengo dos supuestas víctimas, ya que las otras tres no pertenecen a mi indagatoria y el Ministerio Público no pudo comprobar que me hacían imputaciones. Esto fue después de casi nueve años de estar privada de mi libertad.

¡Ayúdeme a entender, por favor! ¿Cómo es posible que en el auto de formal prisión no se percataran de que esas supuestas víctimas no pertenecían a mi indagatoria y que después de nueve años resulta que ya se percatan que esas tres supuestas víctimas no tienen nada que ver con mi causa?

Ahora bien, para mí era de suma importancia que usted estuviera presente en la audiencia de vista, ya que hoy sé que los criterios de los juzgadores de un secretario de acuerdos en funciones de juez o de magistrado se diferencian mucho de un juez y de un magistrado que realmente estudian y dictan las resoluciones conforme a derecho. Esto lo digo porque usted se podrá dar cuenta de que fui sentenciada de nueva cuenta por analogía, ya que la secretaria en funciones de juez ni fundamentó ni motivó el delito que me imputan. ¡Ayúdeme a entender el porqué no le importé y no se presentó a mi audiencia!

Sé que usted tiene derecho a sus vacaciones, pero también yo tengo derecho a que se lleve un proceso justo y me juzgue una persona que realmente tenga el conocimiento jurídico y no me juzgue por analogía.

Sé que tal vez para usted soy un caso más, pero quiero decirle, su señoría, que para mí no es un magistrado más, para mí es una persona que va a resolver el rumbo de mi vida. Es por eso que me siento desamparada, ya que me dejó en manos de alguien que no tiene la jerarquía que usted tiene. Le pido que no lo tome como reclamo, le pido un poco de empatía, que se ponga en mi lugar; necesito tener certeza jurídica. Sé por mi abogada que quien resolverá… será usted. Sé que comenzará a correr el tiempo a partir de que usted regrese de vacaciones.

Tal vez usted no sepa que para mí un día en la cárcel es como si fuera un mes. Podrá imaginarse cómo me siento si el 5 de septiembre cumplo nueve años privada de mi libertad injustamente. Cuando usted regrese de sus vacaciones le darán un informe y usted sé que leerá las constancias, se dará cuenta de que las supuestas víctimas que apelaron, así como sus asesores, no presentaron alegato alguno en contra mía, lo que confirma mi inocencia.

Sé que el Ministerio Público tiene que hacer su trabajo, pero, le suplico, haga usted el suyo y hoy finalmente no me condene contra constancias, ya que hoy después de que el Ministro Presidente Arturo Zaldívar volteó a verme diciéndome que me defendería la defensoría federal, volví a tener credibilidad en la justicia. He tenido muchos años esperando que se haga justicia, hoy por fin me voltean a ver. Lo único que le pido a su señoría es que por favor me juzgue conforme a derecho y si es así me absuelva lo más pronto posible.

Ojalá pueda comprender que mi hija ha estado sin mí, injustamente.

Atentamente,

Sra. Claudia Ivonne Sánchez Mayorga.


Si quieres conocer más sobre el caso de Claudia Ivonne Sánchez Mayorga, te recomendamos que leas a Lourdes Mendoza, la periodista que le ha dado seguimiento puntual al caso:
Carta de auxilio desde la cárcel
Por favor, ayúdeme a entender. Hace más de un año llevo visibilizando la historia de terror de Claudia Sánchez Mayorga, el chivo expiatorio del Solid Gold, quien cada día está más cerca de dejar atrás los casi nueve años de infierno en tres penales y recibir justicia. Tiene un antes y un después, y eso es gracias a Rosario Robles.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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