El vacío de las palabras

Por Marilú Acosta | La proporción de Síndrome de Asperger ha pasado de pensar que son 16 hombres por 1 mujer, a comprobar que es 1.8 a 1 gracias a las investigaciones de la psicóloga Tania Marshall.

El vacío de las palabras

Por Marilú Acosta

Neurotípico y neurodivergente son palabras que tienen más significado del que pueden  contener y a pesar de ser opuestas ambas quieren decir no eres como yo. El trastorno del  espectro autista es más específico, no somos como ellos, pero tampoco soy como tú. Si  nadie somos como el otro, entonces las palabras neurotípico y neurodivergente se quedan  vacías de personas que se descubren distintas al otro.

Para Ferdinand de Saussure (1857-1913) el valor radica en la diferencia (1916). Y esa  diferencia la mente la estructura mediante sistemas, así es como los seres humanos dan  significado a la experiencia de estar vivos. Por eso Eugen Bleuler (1857-1939) al identificar  pacientes que estaban más consigo mismos que con el exterior, su mente los diferenció de  los demás y los estructuró con una palabra que tomó del griego (autos: por sí mismo),  nombrando así al autismo (1910). Con esa etiqueta les dio un significado a los pacientes.

Al inicio, la pandemia nos aisló de lo físico y nos unió en lo digital, así fue como viejos amigos  nos reunimos alrededor de una fogata virtual durante semanas. Una chispa de ese fuego me  quemó con el apodo Aspie, una palabra vacía que fui llenando con información. En 1944  Hans Asperger (1906-1980) le da su apellido al trastorno de espectro autista. Esa publicación  fue extremadamente parecida a una investigación rusa publicada en 1925 por Grunya  Efimovna Sukhareva (1891-1981). Asperger olvidó, quizá deliberadamente, citar el trabajo de  Sukhareva, de lo contrario, en la fogata virtual me hubieran dicho Sukhie, en lugar de Aspie.

Al sonido de Aspie le fui poniendo más y más información y empecé a sentir libertad. A  veces, una etiqueta puede dar libertad de ser diferente sin que ningún esfuerzo de mi parte  pueda hacerme encajar, porque mi cerebro simplemente es distinto. Nada que hacer.  Descubrí bodegas internas donde me encontré décadas de agotamiento queriendo entender  a la sociedad. También vi mi silencio, resultado de la frustración de no siempre ser  comprendida; a su lado, el miedo al rechazo y detrás la angustia al vacío de las palabras.

Vicente Huidobro (1893-1948) comparte en su ensayo La creación pura (1921) el concepto  precolombino: no cantes a la lluvia, poeta, haz llover. En su poema Altazor (1931) escribe: Los  cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y el Norte. A mí me hace sentido, siento las palabras. Las  absorbo con la piel, mi cerebro las experimenta en colores, huelo los números descendientes y veo la energía que corre por los campos electromagnéticos; entonces siento las gotas de  lluvia caer sobre la tierra.

Escuchar el apagador está a tu derecha me arroja al vacío de palabras que no siento y por lo  tanto no entiendo. Mi cerebro se queda en blanco. Me lleva pocos segundos descubrir qué  hacer, suficientes para que asuman que no sé diferenciar la izquierda de la derecha, pero eso  mi memoria ya lo hubiera resuelto hace años.

Querer entender el vacío de las palabras me lleva a la literalidad: principal obstáculo  para tener una adecuada interacción con el mundo. No te lo tomes tan a pecho es la constante  explicación. Lo dije por decirlo pero es una forma de hablar. Palabras sin sentido que no se  sostienen, promesas que se rompen pero que nunca fueron promesas. Es la estructura mental  con diferencias sutiles en los significados que simplemente se me escapan.

El mundo está acostumbrado a pensar en masculino cuando se trata de autismo y de  Asperger, quizá si la publicación de Sukhareva hubiera sido reconocida en su momento, las  mujeres no fuéramos sub-diagnosticadas por los especialistas y desaprobadas por la  sociedad como autistas porque tampoco encajamos en el estereotipo Asperger. La  proporción de Síndrome de Asperger ha pasado de pensar que son 16 hombres por 1 mujer, a  comprobar que es 1.8 a 1 gracias a las investigaciones de la psicóloga Tania Marshall. Ahora falta que se entere el mundo.

El silencio es una solitaria isla rodeada de tiburones que tienen por colmillos palabras vacías.  Y el vacío se contagia, Marilú con acento es una palabra que a veces ni siquiera yo misma habito.

P.D: El día internacional del Síndrome de Asperger fue el 18 de febrero, cumpleaños de Hans  Asperger. Sukhareva nació el 11 de noviembre. Once del once. Es más poético.

@marilu_acosta

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