Somos 50: Cuéntanos bien.

Los desnucados del tráiler te traicionaron, México lindo. Iban tan bien escondidos. Y en un segundo aparecieron 50 sábanas blancas para llenarte de vergüenza.

Somos 50: Cuéntanos bien.

Estamos vívidamente apenados. No es nuestra idea, pero a la política le gusta el plagio y las descripciones magistrales.

El informe del accidente-fatalidad-tragedia-infortunio está casi concluido. Casi.

Esperen, compañeros reporteros. Esperen, activistas, que falta afinar algunos detalles: no sabemos cómo explicar cuándo y dónde subieron; por qué y de donde salieron; a dónde y con quién se dirigían. Lo que preguntan ustedes, eso no: nombre, género, lugar de origen, cuántos niños, cuántas familias completas. Pero está listo casi todo: las condolencias del Vaticano, la solidaridad con los deudos. Los post de la carita triste. La foto de los Subsecretarios con los Cónsules. No pudo estar antes: ya ven, no hay vuelos para Chiapas. Van llenos.

Pero, lo importante ya se dijo: de este lado los vivos. De este los muertos. Acá, las instalaciones del INAMI donde trasladaron a los que no se mataron. Importante. Punto importante. Twittéalo.

"Somos 50, cuéntanos bien" se oye como golpean cráneos en una vuelta infinita. Rápido, así se consuman las ejecuciones donde no hay culpables. Esperen sentados el informe, colegas.

Esperen sentados: no habrá culpables. El bólido de metal no puede parar, no se sostiene sobre el eje, se parte en dos, parte en dos a 50 instantáneamente y el chofer huye corriendo: un criminal sobrehumano. Un pobre diablo. Pero diablo.

Quizá el cuerpo solo le dió para dos pueblos más y cayó desvanecido también.

Esperen sentados. Todo esto está hecho para no saberse.

"Somos 50, 160" con el rostro lleno de sangre, un quejido coral, casi religioso: el de la muerte. Esa que te jala del lado de la caja de metal donde quedaron inertes los parientes de tu pueblo...pero tú, migrante, héroe depositante, corres a la vida. A ver si te libras de ésta. 4500 como tú no salieron vivos este 2021: los ahogaron o se ahogaron, los detuvieron y regresaron, llegando a la orilla los apresaron y golpearon, los secuestraron y extorsionaron, les tocaron y les obligaron a abortar al lado de las carreteras. 45 mil no salieron vivos desde 2014 en el mundo.

"No se escondan en giras", grita el Episcopado y gritan las redes. "No te duermas, no cierres los ojos" se oía a lo lejos un grito entre la montaña de carne. Esta vez ni criminales ni autoridades  han podido desaparecerlos. Es fácil hacer y leer conteos de muertos que no ves. Iban hasta ayer 651 muertos en la frontera entre EEUU y México.

Los desnucados del tráiler te traicionaron, México lindo. Iban tan bien escondidos. Y en un segundo aparecieron 50 sábanas blancas para llenarte de vergüenza. No saques el smartphone.

O sácalo. Grábate tú.

¨Somos 50, 55", gritan sofocados enredados piernas y manos como en un horroroso juego mecánico. La maldita caja del tráiler. Los mismos pantalones gastados, la mochila sucia, los tenis que planeaban salir de un país y llegar al otro. "La mayoría Centroamericanos", se oye en el informe que diligentemente escribe y reescribe el community manager de la oficina-oficial: para qué meterse en inquietudes diplomáticas. Sembremos árboles. Todo, todo iba tan bien.

Keep moving, Remain. Remain in México.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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