Amasar para sanar

Mientras el pan leuda y se hornea, las mujeres hablan de violencia, retoman su fuerza y se entrenan para un oficio que las haga económicamente independientes.

Amasar para sanar
Regina Reyes-Heroles C.

“Todas hemos vivido algún tipo de violencia”, me dijo Rosalía Trujano, fundadora y directora de Las Panas Cohesión Cocción, un espacio que ha acompañado y sanado a 515 mujeres en riesgo. Añadió algo más que duele: “esta violencia la hemos normalizado”.

La hemos normalizado porque muchas veces no levantamos la mano. Para muchas será que sólo nos dijeron algo que nos lastimó, nos minimizó, quizá sólo un empujón. Normalizar la violencia duele y sanar es más complejo.

En México cada hora 30 mujeres sufren violencia intrafamiliar. Cada 24 horas 58 mujeres sufren violencia sexual. Cada día se cometen 11 feminicidios.

Rosalía y Las Panas sanan haciendo pan. El pan es algo tangible con lo que regresamos a casa; al hacerlo aprendemos un oficio y, de paso, tenemos tiempo para el acompañamiento psicológico.

¿Han hecho pan en casa? En ese caso sabrán que esto implica dos espacios temporales de espera, uno cuando la masa leuda, se deja fermentar con la levadura fresca y aumenta su tamaño, y el otro cuando se hornea. Rosalía y su equipo aprovechan estos espacios temporales para la sensibilización y terapias. Las Panas anhela eliminar la violencia de género en mujeres de escasos recursos. Pero “la violencia es un fenómeno hipercomplejo que tiene muchas caras”, me dijo Rosalía, y se necesita tiempo para mitigarla o contrarrestarla. “Nuestra metodología acompaña de manera terapéutica, sana vía la creación de redes entre mujeres, fortalece nuestro tejido social desde una perspectiva feminista y sorora, y permite la formación de un oficio, elaborar pan artesanal, crear autoempleo”. Por cierto, la forma de trabajar de Las Panas tiene el reconocimiento y apoyo de fundaciones como Fondo Semillas y Kering Foundation.

Tener dinero para decidir es muy relevante cuando hablamos de violencia de género. “Las mujeres históricamente no hemos sido dueñas de nuestro dinero”, me dijo Rosalía, y la dependencia económica, muchas veces de los mismos agresores, nos detiene para levantar la mano, porque, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo vamos a vivir? Elaborar pan artesanal es una herramienta tangible que promueve la independencia financiera, permite generar recursos y decidir. “No es sólo poder salir a trabajar, es ser conscientes de qué pasará con ese dinero, incluso pensar que podemos usarlo en nosotras mismas, en el autocuidado”, me dijo Rosalía.

Las mujeres que han salido con autonomía de Las Panas pasaron por cuatro meses de sensibilización y acompañamiento psicológico durante unas ocho sesiones, cada una de alrededor de siete horas, en las que, además, se aprende una técnica diferente de pan, desde conchas hasta pan de muerto.

Los resultados han sido interesantes: 82% de las mujeres que han participado en uno de los talleres de Las Panas Cohesión Cocción tienen herramientas y alternativas para salir de situaciones de violencia, y para 74% de ellas saber hacer pan fue una alternativa para generar ingresos propios.

Hoy cuento la historia de Rosalía y su proyecto, Las Panas Cohesión Cocción, porque son un ejemplo de que la acción es necesaria, de que sanar la violencia toma tiempo y recursos, y de que hay una liga entre dependencia económica y violencia que se puede romper. Una manera de hacerlo es hablando de dinero y violencia.

Los datos de violencia de género en México no son aceptables y debemos tomar acción. Necesitamos encontrar y apoyar todos los esfuerzos que permitan a otras alzar la mano y recibir ayuda.

Les recuerdo los datos que no se pueden olvidar o normalizar: en México cada hora 30 mujeres sufren violencia intrafamiliar. Cada 24 horas 58 mujeres sufren violencia sexual. Cada día se cometen 11 feminicidios. ¿Qué vamos a hacer al respecto?

Un dato para llevar: Las Panas Cohesión Cocción arrancó ayer su campaña Amasando Autonomía para recaudar fondos y lograr la Panadería Social Las Panas, una panadería social feminista, me dijo Rosalía, “que sea un espacio en el que las mujeres sean protagonistas”. Aquí se mantendrán los talleres y terapias, se generarán empleos, se venderá el pan para obtener más recursos y puedan triplicar el número de mujeres que apoyan.

Si quieres apoyar a Las Panas Cohesión Cocción a conseguir su panadería social feminista busca cómo en sus redes sociales, Facebook @laspanas.mex e Instagram @laspanasmx.

@vivircomoreina

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