Por Alba Medina
¿Setenta y siete años? No es justo, se supone que las estrellas viven más, mucho más.
En una ocasión, mientras estudiaba su maestría en la Facultad de Física de la UNAM, a Julieta Fierro se le ocurrió fotocopiar las imágenes que aparecían en sus libros de astronomía porque le daba tristeza ver tanta maravilla encarcelada. Creía que el conocimiento científico no debía estar encerrado en una biblioteca. Deseaba compartir con todas las personas la fascinación que le provocaba el universo. Llevó esas fotocopias a un programa de televisión del Canal 11 para explicar la formación de las galaxias y así comenzó su carrera como divulgadora científica en un país donde se creía que, fuera del campo académico, nadie más estaba interesado en la ciencia.
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