Por Ana Cecilia Pérez
En unos meses México será anfitrión de uno de los eventos más emocionantes —y más exigentes— del planeta: el Mundial 2026. Pero más allá de la fiesta, la derrama económica y los estadios renovados, hay una realidad que pocos están diciendo en voz alta:
este será el evento digital más grande que el país haya enfrentado.
Y en ciberseguridad, los eventos globales no esperan.
Aprenden, replican y amplifican patrones.
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