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Por Bárbara Anderson

El termómetro de confianza de Edelman reveló que la mayoría en México se siente

perjudicado y la mitad aprueba los ataques en redes (y porque no los actos violentos).  

“Ya pasamos del miedo a la polarización y ahora estamos en un momento de agravio”, dice el propio Richard Edelman, fundador de la empresa homónima y quien desde hace 25 años mide en 28 países los niveles de confianza de la población (el Edelman Trust Barometer).

México no es ajeno a una tendencia mundial: casi 7 de cada 10 mexicanos nos sentimos agraviados, o las acepciones de la Real Academia Española: afectados, perjudicados, humillados o despreciados.

¿Qué elementos alimentan estos sentimientos? “La profundización en la división de clases, la falta de información de calidad, la sensación de que el sistema político está roto y la creencia de que nuestra familia no estará mejor en 5 años”, agrega Edelman.

Los niveles de agravio son ‘moderados a altos’ (sic) frente al gobierno, las empresas y las personas con mayor poder adquisitivo. No se salvan de los bajos niveles de confianza ni las ONG ni los medios de comunicación. Ninguno de estos actores sale positivo para la sociedad.

En tiempos de exceso de información nos sentimos desinformados; en tiempos de ‘Bienestar’, más separados que nunca; y en tiempos de sobrepolitización, sentimos que justo ése es el modelo que no funciona. Solo 38% de los mexicanos cree que la próxima generación vivirá mejor que la actual.

Otro dato que creció y que tiene los niveles más altos en toda la región es la preocupación por la discriminación y hasta el racismo que sienten 74% de los mexicanos. “Este es un nivel histórico de preocupación que pone en evidencia la urgencia de políticas públicas centradas en la inclusión”, agrega este reporte 2025.

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