Por Cristina Gutiérrez 

La semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución presentada por Estados Unidos que respalda el plan de paz de Trump para Gaza el cual incluye la creación de un gobierno transitorio y el despliegue de una fuerza internacional en el enclave palestino. La resolución apoya la segunda parte del plan de 20 puntos de Donald Trump, que a principios de octubre logró un frágil alto al fuego en Gaza tras dos años de una ofensiva israelí que ha dejado un saldo de aproximadamente 70,000 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños.

La resolución adoptada contempla la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización y un gobierno transitorio para Gaza. La Fuerza Internacional de Estabilización tendría la función de asegurar las fronteras de Gaza con Israel y Egipto, y trabajar en el "desarme permanente de los grupos armados no estatales", incluido Hamás, así como proteger a la población civil y las rutas de ayuda humanitaria. El gobierno transitorio se llevaría a cabo a través de una “Junta de Paz” presidida por el presidente Trump, la cuál  facilitaría el desarrollo de Gaza y apoyaría a un comité tecnocrático de palestinos responsable de las operaciones diarias del servicio civil y de la administración de la Franja de Gaza. La idea es que  esos poderes sean transferidos al Gobierno Autónomo Palestino cuando “haya completado satisfactoriamente su programa de reformas”, aún cuando no se detallan cuáles deberían ser esas reformas. En otras palabras, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un plan que busca establecer en Gaza un ejército de tropas internacionales y un gobierno “de transición” encabezado por Trump con presencia y duración indefinida, lo cual no es otra cosa que seguir condenando a los gazatíes a vivir bajo control o tutela extranjera. Tampoco se establece una fecha para la retirada de las tropas israelíes de Gaza ni se condena los abusos de Israel en Cisjordania, en una forma de legalizar o legitimar la ocupación israelí. 

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