Elecciones en Coahuila, un dejavú de 2017
Un curricán lanzó este miércoles el candidato de MORENA al gobierno de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina durante el debate que organismos empresariales locales organizaron.
Por Magda Guardiola, periodista independiente con una trayectoria de 26 años. Corresponsal nacional e internacional, Autora de Meca Deuda: Justicia simulada, ICAI: el laberinto de la información, Homicidios LBTQ+: los asesinatos que no se cuentan y Sin juicio, exhibe Fiscalía a personas detenidas, es egresada de la UNAM, donde cursó un Diplomado en Periodismo Judicial y de la Escuela de Periodismo Carlos Septién, donde hizo un Diplomado en Periodismo de Investigación.
Un curricán lanzó este miércoles el candidato de MORENA al gobierno de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina durante el debate que organismos empresariales locales organizaron.
La presa fue el candidato del Partido del Trabajo, Ricardo Mejía Berdeja, con quien sostiene roces desde la elección interna del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional a la gubernatura de Coahuila que hoy ostenta y que la concursó con el representante del PT.
“A ver si se arrepiente y se nos une”, le dijo Guadiana a Mejía tras darle la razón en un señalamiento contra el candidato de la coalición PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez Salinas, en materia de seguridad.
Que Ricardo Mejía decline en favor del candidato de MORENA, es una posibilidad que analistas políticos no descartan, pero sí lo ha hecho el propio Mejía, quien asegura “antes muerto, que declinar”.
Conforme transcurren los debates, el escenario político en el estado toma forma. El segundo debate entre candidatos fue un TUCOM, “Todos Unidos Contra Manolo”, los opositores Guadiana de MORENA, Mejía del PT, y Lenin Pérez Rivera, de la coalición Unidad Democrática de Coahuila (UDC)-Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tundieron a Manolo Jiménez.
El priísta en alianza con PAN-PRD, optó por dar y recibir réplica de Guadiana y Lenin, y evitar a Mejía que cada intervención la cargó con datos duros que lo fortalecieron ante los rivales.
Pero, este desempeño y esta unión simbólica de la oposición en debates no da el triunfo en las urnas, y la oposición parece o que no entiende o que de plano, le es redituable hacer como que contiende.
En 2017, de haberse unido los opositores al PRI, le habrían ganado a Miguel Riquelme, quien es gobernador gracias a los votos de la chiquillada, los partidos políticos chiquitos-satélites del tricolor.
La unión vino después de la contienda, la oposición trató de ganar en tribunales electorales pero fue inútil. Entonces, ¿qué aprendió la oposición de 2017?
Los panistas están aliados ahora con el PRI y lo que queda del PRD en Coahuila, ¿pero la otra oposición? El escenario se repite y la alternancia en Coahuila requiere de la unión de los tres opositores a Manolo Jiménez.
El costo es alto y asumirlo más, pues todo este proceso confirma día a día el supuesto acuerdo entre cúpulas que le hace ruido al candidato de Morena, Estado de México por Coahuila, de cara al proceso electoral 2024 donde se renueva la Presidencia de la República.
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