Alfaro y la UdeG
Algunos universitarios dijeron que era mejor esperar a conocer el texto de la propuesta y, sobre todo, saber si se pediría algo a cambio.
Por Sonia Serrano
El 8 de diciembre pasado el gobernador Enrique Alfaro Ramírez presentó una iniciativa ante el Congreso del Estado para modificar la Constitución local y establecer que cada año debe entregarse a la Universidad de Guadalajara un presupuesto equivalente al 5 por ciento del total del gasto del estado.
Para los más optimistas, este gesto representa el fin de una larga historia de encuentros y desencuentros de Enrique Alfaro con el grupo político de la Universidad de Guadalajara. Para otros, sobre todo algunos integrantes de ese grupo udegeísta, es una jugada política más del gobernador.
Las diferencias entre Enrique Alfaro y el grupo UdeG han tenido dos interpretaciones. Hay quienes escarban en el pasado y aseguran que es un seguimiento al rompimiento político de su padre, el ex rector Enrique Alfaro Anguiano y su sucesor, Raúl Padilla López.
Pero esa lectura se diluye con los encuentros entre el ahora gobernador y el grupo UdeG, ya que fue de la mano de éste como Enrique Alfaro consiguió la diputación local con la camiseta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en 2007 . Su alianza con el grupo de Padilla López también fue determinante en su triunfo como presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga, postulado por el PRD y el Partido del Trabajo.
Fue en ese periodo como alcalde que volvió a romper con el grupo UdeG, argumentando que le exigían posiciones en el gobierno municipal, por lo que declaró a Tlajomulco de Zúñiga “territorio libre de Raúl Padilla” y despidió a todos los funcionarios públicos que formaban parte de ese grupo.
Desde entonces se dio una distancia que transcurrió sin demasiados sobresaltos, salvo las descalificaciones normales en la campaña de Enrique Alfaro a la alcaldía de Guadalajara.
Pero volvieron a encontrarse en 2018, cuando Alfaro Ramírez buscó la gubernatura e incorporó en algunas posiciones a integrantes del grupo Universidad de Guadalajara. Al comienzo de su gobierno mantuvieron la cercanía, hasta que un sector de universitarios concretaron un nuevo partido político local: Hagamos.
Las diferencias alcanzaron su punto más álgido. Los cuestionamientos hacia el grupo político de la Universidad por parte del gobernador fueron subiendo de tono, hasta asegurar que había “un grupo de pillos” encabezado por Raúl Padilla López que mantenía “secuestrada” a la Universidad de Guadalajara.
Después, vino el recorte de 140 millones de pesos en el presupuesto que se había asignado ya al Museo de Ciencias Ambientales, el cual forma parte del Centro Cultural Universitario, el gran proyecto de Raúl Padilla, para cerrar con el boicot a la Feria Internacional del Libro en 2022, en una protesta en que los emecistas llevaron imágenes de Raúl Padilla y del rector Ricardo Villanueva vestidos de ladrones. Fue también una respuesta a las marchas que todos los días hacían los universitarios fuera de Casa Jalisco para pedir la devolución de los recursos del museo.
Ante el suicidio de Raúl Padilla, el conflicto se detuvo y comenzaron los acercamientos tenues, hasta que llegó el anuncio del gobernador, un día antes de entregar la iniciativa de presupuesto constitucional, señalando que “inicia un nuevo ciclo entre la UdeG y el gobierno de Jalisco, con las condiciones para trascender con voluntad, respeto a su autonomía y un presupuesto sin ataduras políticas”.
Ese día la Universidad guardó silencio. Algunos universitarios dijeron que era mejor esperar a conocer el texto de la propuesta y, sobre todo, saber si se pediría algo a cambio. Entre las especulaciones estaba la posible solicitud de que Ricardo Villanueva no busque una candidatura para la elección de 2024 con la camiseta de Morena, lo que se ha especulado desde hace varios meses.
Lo cierto es que la presentación de la iniciativa no garantiza su aprobación, así que el tiempo que transcurra antes de someterla a votación determinará si se trata de un gesto de apoyo a la universidad de la que el papá del gobernador fue rector o solo es una jugada más en la cancha política.
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