18 de enero, las plumas de hoy

Lo exigible es que el asesinato del fotoperiodista Margarito Martínez no quede impune, escribe desde Tijuana, Adela Navarro. También nos acompañan Nayeli Roldán, Pamela Cerdeira y Leticia Bonifaz

18 de enero, las plumas de hoy

Este martes no es un martes fácil para el periodismo. Un compañero fue asesinado hace unas horas en Tijuana, Margarito Martínez Esquivel, del Semanario ZETA. A él le dedicamos esta edición.  Comenzamos con las columnas de hoy…

Acceso Libre | Por qué Margarito no debe ser una estadística más

Margarito Martínez Esquivel, de 49 años, originario de Tijuana, era una buena persona. Adela Navarro, directora del Semanario Zeta donde él trabajaba, lo describe: un excelente padre que adoraba a su familia. Margarito vivía escuchando las frecuencias de rescatistas de la Cruz Roja para estar al tanto de algún acontecimiento o asesinato y, comúnmente, era de los primeros en llegar para captar el momento con su lente. Ayer lunes le tocó a él ser la escena del crimen y su cámara no estará más para retratar la Historia. “Ya es demasiada violencia, demasiada inseguridad en este país, para sumar al fotoperiodista a la estadística de la impunidad y la injusticia. Ningún crimen debería quedar no resuelto”, escribe Adela.

Descansa en paz, Margarito.

¿Quiénes dirigen Bienestar y sus 296 mil millones de presupuesto?

Detrás de la decisión del gobierno federal de eliminar las guarderías están dos mujeres clave que hicieron un estudio en el que confirmaban supuesta corrupción y riesgo para los menores en el programa de estancias infantiles implementado por el ex presidente Felipe Calderón. Nayeli Roldán explica las revelaciones en un reportaje publicado en Animal Político que demostró lo endeble del análisis de dos funcionarias que lograron desaparecer un sistema útil para las madres en situación vulnerable y que ahora han sido premiadas con cargos de poder: Ariadna Montiel y Rocío García. ¿De dónde vienen y qué oscuro pasado arrastran?

El fifí con discapacidad

Gina llevó a vacunar contra el Covid 19 con la dosis de refuerzo a su hermano Joaquín, de 53 años, quien tiene una discapacidad. Por su condición y sus antecedentes no debía recibir cualquier vacuna, según las indicaciones médicas. Pero en el módulo donde le tocó, en Cuautitlán Izcalli no atendieron esa petición. Pamela Cerdeira nos cuenta el desenlace de esta historia y recapitula otras más que demuestran que en México, a diferencia de otros países, no se les dio atención especial a las personas con discapacidad en la lucha contra el coronavirus.

El Estado y yo

Leticia Bonifaz nos cuenta su historia y su relación con el Estado. Ese que dio trabajo a su padre, y salud a su madre y luego a la familia. Ese mismo que le brindó educación básica, media superior y universitaria en la UNAM.  Para el mismo Estado tuvo su primer trabajo. Por el mismo Estado pudo viajar en encomiendas para el bien de los mexicanos. Pero lo que observa ahora, es que México vive un proceso en el que, en aras de una austeridad republicana y supuesto combate a la corrupción, desaparecieron fideicomisos públicos y órganos desconcentrados. “Me preocupa aún más que muchas familias, a diferencia de la mía, no podrán contar, en ciertos rubros, historias de un Estado, con servicios públicos de calidad, presente en su vida”.

Es todo por hoy...


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