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Por Verónica Ayala*
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Durante el sexenio del ex presidente Andrés Manuel López Obrador se duplicó la población mexicana sin acceso a servicios de salud, al pasar de 20.1 millones de personas en 2018 a 50.4 millones en 2022, de acuerdo con la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Pero ni eso, ni el desabasto de medicamentos que se padecía desde entonces y que persiste en el país, ni las claras deficiencias en la infraestructura educativa, fueron impedimento para que el gobierno del morenista decidiera destinar más de 387.4 millones de pesos a la impresión de cerca de 15 millones de libros de texto para los estudiantes de todos los niveles educativos en Cuba, como revelamos en una investigación en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Este monto, equivalente a más de 22.2 millones de dólares, es equiparable al presupuesto aprobado en 2024 para el Coneval, encargado de las mediciones de pobreza, e incluso superior a lo asignado ese año tanto a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) como a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que se encuentran entre los siete organismos autónomos cuya eliminación impulsó la 4T con el argumento de la “austeridad”.

Los libros de texto para la enseñanza de las nuevas generaciones cubanas se suman a otros apoyos que la administración de AMLO otorgó a Cuba, como millones de litros de gasolina regalados, la contratación de médicos cubanos, el programa Sembrando Vida que se llevó a la Isla y la compra de medicamentos, que en conjunto sumaron 386.6 millones de dólares, según un cálculo de MCCI.

El hallazgo de los libros cubanos “Made in Mexico” se desprende de dos contratos obtenidos que suscribió en 2023 y 2024 la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), organismo descentralizado de la SEP, e Impresora y Encuadernadora Progreso (IEPSA), que imprimió los ejemplares en sus talleres en Iztapalapa, en la Ciudad de México, como se detalla en la hoja legal de los ejemplares a los que tuvimos acceso.

En los contratos se detalla que el Gobierno de Cuba solicitó el apoyo de México a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, encargada de realizar diez envíos vía marítima desde el puerto de Veracruz hacia La Habana, dirigidos a Editorial Pueblo y Educación, que anteriormente imprimía los libros cubanos, como se desprende de registros de exportaciones consultados.

Desde septiembre de 2024, el Observatorio de Libertad Académica (OLA), una organización que promueve la autonomía académica en el sistema educativo cubano, había alertado de una mayor carga ideológica y de adoctrinamiento en los nuevos libros de texto, sin saber quién los había financiado.

Ahora, la cofundadora e investigadora principal de OLA, la historiadora cubana Omara Ruiz Urquiola, advirtió desde el destierro forzoso que, al haberse financiado con recursos públicos, el Gobierno mexicano es partícipe de ese adoctrinamiento. Y es que el carácter humanitario que tendría un apoyo enfocado en la educación se rompe cuando se trata de libros que buscan otro interés, más allá de enseñar.

Pero además de las implicaciones del gasto y del reforzamiento político en sus contenidos, el financiamiento de estos libros adoctrinados para la infancia y la juventud cubana sale a la luz pública en un momento complejo en la relación entre México y Estados Unidos.

El que la denominada Cuarta Transformación, cuya continuación encabeza ahora la presidenta Claudia Sheinbaum, haya financiado los materiales educativos donde EE.UU. aparece como el enemigo del pueblo cubano, orquestador de una guerra comercial y biológica contra la Isla, no será del agrado del gobierno encabezado por Donald Trump, quien también es blanco de críticas en los textos que imprimió el Gobierno mexicano.

Y más considerando que una de sus primeras acciones, tras asumir su segundo mandato en enero pasado, fue volver a incluir a Cuba en la lista de países promotores del terrorismo, y cuando su propio Secretario de Estado, Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, ha sido uno de los principales opositores del régimen cubano.

Habrá que ver si esta abierta apuesta por el régimen cubano no termina teniendo un costo para el Gobierno de México.

*Verónica Ayala es periodista de investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. Maestra en Periodismo Político por la Escuela Carlos Septién García, cuenta con más de 15 años de experiencia en periodismo político y de investigación, enfocada en revelar casos y redes de corrupción.

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@vayalamty

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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