La esperanza perdida de la 4T

En lugar de la inocencia, en su corazón se forma la violencia despiadada, no tienen empatía ni entienden más allá de tener que demostrar que pueden ser los mejores soldados.

La esperanza perdida de la 4T
Marilú Acosta

Por Marilú Acosta

José Martí (Cuba, 1853-1895) fundó el Partido Revolucionario Cubano y organizó la Guerra de Independencia de Cuba, donde murió en combate. Hijo de padres españoles, fue un político, ensayista, periodista y filósofo. La Edad de Oro, redactado por Martí, fue un periódico mensual para niños que inició su publicación el 1º de julio de 1889. Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo, escribe Martí. El 8 de mayo de 2022, el inquilino de Palacio recibió en La Habana, Cuba; la condecoración José Martí. Desde 1972 se otorga a ciudadanos cubanos o extranjeros por sus logros sobresalientes en la educación, cultura, ciencias, deportes o trabajo creativo, así como por servicios a la causa de la paz. La percepción isleña está bastante distorsionada, porque de las 25 personas que han sido reconocidas con la máxima distinción cubana para extranjeros, varios deberían de ser juzgados por crímenes de lesa humanidad.

¿Cómo están los niños de México? Aquellos por los que Martí trabaja(ba), a quienes considera(ba) la esperanza del mundo. Empecemos por quienes son hijos de los desaparecidos y las desaparecidas. Son unos olvidados, en una situación peor que los de Buñuel (España, 1900-1983). Estos niños tienen un estatus legal incierto. Sin cobertura de salud o educativa, porque quienes son sus tutores legales no están vivos, ni muertos. Sin posibilidad de ser adoptados porque hay un vacío social, judicial, y legal. A saber quién los cuida. ¿Se sienten queridos, acompañados o cómo manejan la incertidumbre de no saber si fueron abandonados o simplemente son huérfanos no declarados?