Los pederastas deben estar en la cárcel
¿Dé qué sirve su legislación en un delito que tiene un 99 % de impunidad?
Por Yohali Reséndiz
Estimados senadores y senadoras:
Reconozco que después de lo que hizo el juez Manuel Alejandro Martínez Vitela de absolver a un violador sexual de una niña de 4 años en el Estado de México eso los haya impactado (hay que agradecer que fue por la exhibida en redes sociales y que, por lo viral, se enteraron).
Agradezco que después de su indignación avalaran de manera unánime aumentar las penas a los agresores sexuales de menores de 15 años y también que les haya preocupado y ocupado el tema sobre la violencia sexual infantil que enfrentan los niños, niñas y adolescentes en México, pero lo que hicieron: es insuficiente.
Con mucho respeto les aclaro que no se necesitan más penas para quienes cometan violencia sexual. Ya que lo que se requiere es que todos aquellos que se atrevan a violentar sexualmente a alguien más (tengan la edad que tengan) estén en prisión.
¿O sirve de algo la prisión vitalicia para pederastas y/o violadores y/o agresores sexuales si ellos están en libertad?
¿Dé qué sirve su legislación en un delito que tiene un 99 % de impunidad?
¿Por qué se empeñan en no mirar que, si bien existen casos en el fuero federal, en realidad la violencia sexual en niños, niñas y adolescentes ocurre dentro de los hogares y luego en las escuelas?
¿Cuándo van a considerar legislar para castigar la violencia institucional que enfrentan las víctimas y sus familias cuando denuncian en los ministerios públicos?
¿Cuándo se va a considerar como delito el que los servidores públicos los obliguen a enfrentar un peregrinar sin fecha de caducidad, a hincarse y clamar justicia o es que acaso eso no es revictimizar para ustedes?
¿Cuándo van a incorporar sanciones reales para quienes no escuchan a las víctimas en las fiscalías y tribunales? ¿Cuándo lo van a incorporar en las leyes federales y luego en el fuero local?
¿Cuándo se van a sancionar realmente a funcionarios negligentes, insensibles y corruptos?
¿En serio creen que un aumento de penas a pederastas reducirá las cifras de violencia sexual (tan dolorosas y vergonzosas en este país) a niños, niñas y adolescentes?
¿De qué sirven más años si los agresores no son perseguidos y si son detenidos luego son puestos en libertad?
¿Para qué más penas cuando desde esas instituciones de (in) justicia se arropan pederastas?
¿De qué sirve su legislación si la justicia nunca es para las víctimas? Son preguntas.
Estimados senadores y senadoras: lo que se necesita son servidores públicos sensibles, capacitados y dispuestos a velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Se requiere que los administradores de justicia cuenten con capacitación integral en perspectiva de género y en infancia.
Lo que se necesita es la vigilancia y el ordenamiento desde las fiscalías de este país con investigaciones reales y auténticas respetando en todo momento los derechos de las víctimas.
Lo que se requiere es investigar a partir del: YO TE CREO.
Lo que se requiere es que los funcionarios que atienden a las víctimas dejen de ser corruptos.
Lo que se requiere es un sistema de justicia en el que se acompañe y se comprenda que se rompe dentro de un niño o niña que enfrenta violencia sexual.
¿Quieren un ejemplo? Ahí está la denuncia de dos niñas (entonces de 3 y 5 años) que denunciaron a su padre por violencia sexual, las dos pequeñas fueron agredidas por el ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia en la Ciudad de México, Manuel Horacio Cavazos López, hijas de Mariel Albarrán. En esa denuncia de las menores, en su carpeta existe una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (10/2022) que exige una disculpa pública para las menores por parte de los servidores públicos por las múltiples violaciones de los derechos humanos (de las pequeñas) durante la investigación así como la falta de lineamientos para abordar la violencia sexual infantil porque en el 2024 simplemente no existe personal especializado.
¿No es eso preocupante?
Derivado de lo anterior y de cientos de casos se concluye que en este país se trabaja para los agresores ya que las autoridades integran las carpetas de investigación con múltiples fallas que al final termina favoreciendo a los agresores y les dan su libertad.
En el caso de las hijas de Mariel Albarrán han ido al extremo al señalar que las niñas no tienen legitimación cuando son ellas (dolorosamente) víctimas directas.
Estimados senadores y senadoras: no es ni ha sido gratuita la exigencia ciudadana de la destitución de varios jueces locales al negarles a niños, niñas y adolescentes el acceso a la justicia porque no pueden responder datos precisos de TIEMPO, MODO Y LUGAR.
¡Son niños, niñas y adolescentes! y jamás van a responder como adultos.
Estimados senadores y senadoras: su intención es buena, pero para cómo está el país en este delito su intención no alcanza. Si van a hacer algo, háganlo desde el fondo y no les permitan a cientos VIOLAR DESDE EL PODER.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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