Document
audio-thumbnail
Audiocolumna
0:00
/90.702167

Mi primer viaje

fue el del exilio

quince días de mar

sin parar

la mar constante

la mar antigua

la mar continua

la mar, el mal

Quince días de agua

sin luces de neón

sin calles sin aceras

sin ciudades

solo la luz

de algún barco en fugitiva

Quince días de mar

e incertidumbre

no sabía adónde iba

no conocía el puerto de destino

solo sabía aquello que dejaba

Por equipaje

una maleta llena de papeles

y de angustia

los papeles

para escribir

la angustia

para vivir con ella

compañera amiga

Nadie te despidió en el puerto de partida

nadie te esperaba en el puerto de llegada

Y las hojas de papel en blanco enmoheciendo

volviéndose amarillas en la maleta

maceradas por el agua de los mares

Desde entonces

tengo el trauma del viajero

si me quedo en la ciudad me angustio

si me voy

tengo miedo de no poder volver

Tiemblo antes de hacer una maleta

—cuánto pesa lo imprescindible—

A veces preferiría no ir a ninguna parte

A veces preferiría marcharme

El espacio me angustia como a los gatos

Partir

es siempre partirse en dos.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.