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Contemplad la creación

en riguroso silencio,

de pie,

sin la piel invertida,

acariciando conceptos

que nos abracen por entero

sin inútiles lamentos,

que nuestra mirada no apunta

sino al verde Horizonte,

jadeando

Por limpiar a campo abierto,

encontrarnos ahí

en el camino al raciocinio

como único templo

en esta tierra gaia

sin edificios añejos,

alejados de la mística verdadera,

abriendo constelaciones

para recuperar nuestros nuestra memoria

sin estar arrodilladas

por fundamentos abstrusos,

si las trampas

ni los forcejeos

que nos acudieron por milenios,

arremetiendo contra toda fluorescencia emancipada,

porque habremos aprendido

a nombrar las cosas una a una,

no como ejercicio banal

de secretas astucia

arrobando falsamente al entendimiento.

Pero quién,

solo por eso,

se atreve a enfriarnos de primero,

seremos fruto Redentor

proveniente de dientes venturosos

que nos enseñarán

de dentro hacia afuera,

surcando con la fuerza del poderoso viento,

con nuestros laureles ondulando en las sienes,

haremos un mundo posible

desde lo imposible,

cambiando innecesarias concepciones,

redimiendo a nuestras muertas

como única manera de Justicia,

sin más barbaries disfrazadas

ni cruentas y confusas presunciones.

Hablaremos recio

hasta quedarnos sin aliento,

nuestra esencia advertirá

la otra conciencia,

la Otra condición,

lo que alcanza lo inasible

con la mirada abierta hacia adelante,

en total serenidad,

aún ante el presagio

de la última despedida,

sin el peso melancólico en nuestras alas,

como cálidas y tenazas mariposas

en las seductorecencia del rocío nocturnal,

sin limitar ni rebasar conciencias,

trascender ante sencillez

del infinito asombro,

como la artesana en su creación

con el sentido de la vida que conlleva,

cantar de piel jubiloso canto

que rompa cualquier noche de aflicción,

luciendo orgullosas las perlas negras del pasado,

Colgando de los cuellos,

encumbradas en los caminos de plenitud iluminada,

oliendo hierba fresca en cada callejuela,

con los brazos extendidos,

llenas de respuestas,

mientras vemos crecer los frutos sembrados,

mientras vemos desaparecer todo hierro anterior

y comenzamos a escribir nuestra propia historia.

Eso es lo que queremos.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.