Por Adela Navarro
En el video que presentó la Fiscalía de Sinaloa para “probar” que el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y adversario del gobernador de aquella entidad, el morenista Rubén Rocha Moya, no se prueba nada. Las imágenes dan cuenta de un carro que llega a una solitaria gasolinera, y cuando el despachador introduce la manguera para cargar gasolina al vehículo, y se distrae en otros asuntos, se acercan dos personas montadas en una motocicleta; una de ellas desciende, abre la puerta del carro, habla, discute o no hace nada con quien se supone va en el asiento del copiloto (no se aprecia a nadie, en realidad), y posteriormente se sube a la moto y emprende la huida al tiempo que quien va manejando el carro que cargaba gasolina también emprende la marcha,jalando la manguera que aún le servía, para perderse fuera de las cámaras de videovigilancia.
La escena sucede ya por la noche de lo que, dicen, era el jueves 25 de julio. Se supone que en el vehículo que cargaba gasolina, era trasladado Héctor Melesio Cuén, que su chofer personal era el que conducía, y que los motociclistas lo atacaron “para robarlo” y lo asesinaron en el acto. La realidad es que no se aprecia la acción de un robo o un asalto, como tampoco a quienes están dentro del vehículo, y menos el ruido ensordecedor de disparos; de hecho, el despachador en ningún momento se inmuta, ni se tira al piso, ni hace ademán de resguardarse ante lo que se supone una escena del crimen en acción.