Por Adela Navarro
De los 3.5 millones de habitantes que oficialmente se reconocen en Guerrero, más de un millón están en calidad de damnificados tras el impacto del huracán Otis el martes 24 de octubre. Por información compartida a través de redes sociales, básicamente en videos, testimonios, entrevistas, vivencias de ciudadanos, se conoce que muchos de ellos están en el olvido.
“Le dan mucha relevancia a Acapulco”, explicó una de esas personas olvidadas, para intentar justificar por qué la ayuda no ha llegado a su pueblo: “Se queda en Acapulco”.
Pero tampoco eso es muy cierto. En la desinformación que impera ante el monopolio de la comunicación oficial en la Presidencia de la República, la realidad es que Acapulco tampoco ha sido atendido acorde a la magnitud de la devastación sufrida.