Por Adriana Sandoval
Después de 28 años de dedicarme a la nutrición clínica he visto una infinidad de tendencias, dietas, pastillas milagrosas, tés devora grasa, respiraciones y meditaciones, fajas y muchas cosas que seguramente ustedes han visto también.
Hoy les comparto algunas de las más comunes y por qué no funcionan.
Si no como, no engordo
Angélica llegó al consultorio preguntándose si tenía un problema metabólico, sólo comía una vez al día y cada vez estaba más débil y con más grasa corporal. Con tan poca comida debería estar flaca, ¿no?
Esta tendencia se ha puesto de moda varias veces, su presencia en nuestra vida es cíclica. Hoy se llama “Ayuno Intermitente” y los defensores opinan que baja grasa y ayuda a disminuir los niveles de insulina.
La realidad es que puede servir por algunos días, pero nuestro cuerpo es más listo que nuestras ideas, y al poco tiempo se da cuenta que no va a recibir alimento en el momento que lo necesita y desencadena un sistema de alerta que ¿adivinen que? Nos hace ganar grasa y aumentar las hormonas de estrés. Y esto sucede porque es un experto en seguridad y nos va a cuidar a toda costa.
Así que si quieren ayunar dos o tres días para que les quede ese vestido que se van a poner para una boda, háganlo pero no más de 14 horas. Si están embarazadas, hacen ejercicio intenso o tienen alguna condición de salud como diabetes, no lo hagan, pregunten antes a su médico (al doctor; no al health coach, entrenador o guía chamánico, ellos aconsejan otras cosas).
Consejo: necesitas alimento en tiempo y forma, así que organiza tus comidas, no te saltes ninguna, tu cuerpo necesita de ti para obtener combustible, todavía no somos solares.
Incluye en las tres comidas algo fresco (frutas o verduras), proteína (frijoles, quinoa, pescado, pollo, carne), un poco de grasas buenas (semillas, aguacate) y algo que te aporte energía (tortilla, arroz, papa, etc.). Y agua que también es nutrimento.
Tés y pastillas laxantes
Conocí a Jimena en una habitación del hospital, con suero y muy asustada. Le habían recomendado un “tecito” reductivo y decidió probarlo dos días antes de la primera comunión de su hijo para que le quedara más flojito el vestido. Después de 20 evacuaciones y una buena deshidratada, acabó en urgencias de mi hospital.
Entre estos laxantes tenemos desde el hueso de tejocote hasta varios tipos de tés, algunos con unas delgadas bailarinas decorando la caja. Los consigues con la prima de una amiga que conoce a alguien que los vende y otros, sencillamente, en el supermercado junto al té de manzanilla.
La teoría es que si vives con diarrea seguro no absorbes lo que comes y bajas de peso. La realidad es que pierdes más agua que otra cosa y te vas a deshidratar, eso es seguro.
Lo de perder grasa no está comprobado y nos podemos causar un daño mayor: un síndrome de malabsorción.
Cuando pasa tanta agua por el intestino barremos, literalmente, barremos todo ese ecosistema hermoso que tenemos listo para absorber alimentos, agua y producir un montón de hormonas y otras cosas vitales. Entonces, ese paisaje de selva de Costa Rica se convierte en el desierto del Sahara y cuando quieres alimentarte pues no puedes, no hay nada que detenga el paso acelerado así que no absorbes, vives con diarrea y todo te cae mal; tal vez tengas que visitar a un gastroenterólogo y pasar unos meses medicada, con dieta blanda y con una buena dosis de probióticos para regresar a la normalidad.
Consejo: si tienes estreñimiento muévete más, toma agua, aumenta los alimentos con fibra como frutas y verduras. Si eso no funciona, busca ayuda profesional para que te recomienden un laxante ideal para tí. Si te quieres laxar sólo para bajar de peso, no lo hagas, no sirve.
Me encantaría decirles que hay remedios mágicos y rápidos para estar saludable pero no es así, implica un trabajo diario y vale la pena. El cuerpo es tu vehículo para disfrutar la vida y nunca vas a tener otro así que cuídalo lo más que puedas.
Quédense a la siguiente entrega de “Esto no te hace bajar de peso”, seguiré compartiendo lo que veo y escucho de tantos pacientes que sólo quieren estar saludables y no siempre toman el camino correcto. Con tanta información es fácil confundirnos, no todo lo que leemos o vemos en redes funciona para todos, es importante buscar soluciones personalizadas y sobre todo, aprender con la práctica, que nos sirve y que no.
*Adriana Sandoval es Maestra en Nutrición Clínica, consulta privada en Médica Sur.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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