Read next

Qué pena ser feminista (y otras cosas que hoy agradezco)
Mi vergüenza no era mía, sino heredada.

Me dolió tu muerte, Abraham
Que el vacío de tu ausencia sea el espacio para sembrar las bases de un sistema de salud ético y respetuoso de los Derechos Humanos.

Adiós, mami
Mi madre fue mi sol y mi sombra, mi fuerza y mi refugio, el grito y el silencio, la caricia y la contención.