Mi experiencia con el ranking de Mamá Godín

Ser madre trabajadora ES un problema público.

Mi experiencia con el ranking de Mamá Godín
Aideé Zamorano
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Mi experiencia con el ranking de Mamá Godín
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En 2020 decidí que tenía que formalizar el proceso de incidencia en política pública desde Mamá Godín®.

Después de algunas búsquedas descubrí que hay una falta de información sobre las madres trabajadoras en México; por ejemplo: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nos tiene contadas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podría darnos idea sobre el nivel de ingreso que tenemos, pero no se puede ubicar a las personas que son madres. ¿Y si tal vez cuento las personas que deducen colegiaturas? (mi sesgo decía que somos las madres, hoy sé que no es así). Pero entonces dejo fuera a todas las que usan servicios públicos... También intenté por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit); tampoco hay forma de saber cuántas titulares del crédito tienen hijxs… comprendí que, si no había datos, tenía que construir mis propias fuentes. Esta falta de información desagregada por sexo y otras variables son una constante en el país. Inténtelo: busquen el sexo de las víctimas por Covid-19 y platicamos.

Mi experiencia en el sector privado jugó a favor para desarrollar un señalamiento,  soy una Mamá Godín con número de seguridad social desde 2006 y que ha experimentado algunas violencias en el mundo del trabajo. Maldito patriarcado, la pone muy difícil para conquistar el mundo, yo solo quiero ser CEO.

A las organizaciones nos encantan los reconocimientos, nos gusta estar en la lista de las “conscientes, diversas, incluyentes, mejores, populares, responsables, seguras, verdes” y nadie había hecho una medición sobre la maternidad porque, claro, se cree que ser mamá es un tema privado y entonces mi slogan se convirtió en: Ser madre trabajadora ES un problema público y me dispuse a colocarlo en la agenda. Soy comunicadora y especialista en política pública, así que algo sabía.

Desarrollé un formulario para medir los ejes de acción que determiné para mi causa:

Pago igual por trabajo igual.

Prestaciones equivalentes por maternidad y paternidad (corresponsabilidad de cuidados).

Oportunidades reales de crecimiento en la escalera corporativa.

Yo quería saber en qué trabajamos, en qué nivel de la organización estamos, ¿nos quedamos en las posiciones staff? ¿Subimos antes o después de ser mamás?, ¿nos vamos porque queremos o porque el sistema nos saca? Mi análisis es pionero en establecer la maternidad como causa de la salida del mundo de trabajo formal para las mujeres y sabía que no tenía que cobrar por la participación en el ranking para evitar sesgos, siempre ando gestionando riesgos.

Me puse el objetivo de analizar un millón de plazas laborales en cinco años y, después de cerrar el tercer ejercicio, he avanzado un 41% de mi meta (410 mil 387 empleos, no está nada mal).

Hoy, tres formularios después, mucho estudio en género, feminismo y Estado, solo tengo palabras de agradecimiento.

Gracias a todas las organizaciones que han confiado en el ejercicio, a las que salen en la lista y sobre todo a las que no. La parte más difícil es decirles que no pasaron y me quita el sueño de verdad; hoy sé que siguen trabajando a favor de la igualdad de oportunidades y reduciendo sesgos y violencias en el interior de sus oficinas. Anticipar es la clave, colegas; identificar y prevenir, como en la gestión de riesgos.

Gracias a los medios (locales, nacionales y hasta internacionales) que me han abierto sus micrófonos para comunicar sobre esta problemática pública, una mención especial a Milenio, que fue el primero que publicó mis resultados. Gracias, Tomás.

Gracias a mis colegas en las instituciones de gobierno y/o con cargos públicos que también me han abierto sus agendas para compartir con ellas, a los organismos internacionales, cámaras de comercio e industria, asociaciones civiles y demás organizaciones aliadas con quienes he podido intercambiar estos años.

Gracias, Iván, Juan Pablo, Tamara, Gustavo, Shelly, Tania, Ghisselle, Lore por aguantar mi estrés y ser mi equipo honorario.

Hoy Opinión 51 se convierte en la casa del ranking de Mamá Godín. Me resulta completamente congruente que habite en un medio construido por mujeres. Gracias, Pamela, Sandra, Soledad, Stephanie por el arropo.

Juntas estamos cambiando las reglas, las fortalezas corporativas, capacidades y conocimientos desde el sector privado; son muy valiosas para incidir en política pública, vamos a resignificar el Día de las Madres para lograr una sociedad más justa para todas, todos, todes. Pensar que las madres debemos renunciar a todo es el concepto más violento que conozco. La maternidad es una construcción social.

Les invito a leer los resultados del 2022 en el micrositio que hemos preparado para ustedes y el papel que contiene mi lado académico.

Hace dos días celebré mi primera década como mamá. La combinación de políticas públicas y corporativas a las que he tenido acceso me permiten llevar mi vida combinando todas mis esferas y, así que como dice mi admirada Audry: “no lo hago para mí, lo hago pa que todas puedan”.

@soymamagodin

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