Por Amy L. Glover Drake
Tuve la gran fortuna de visitar Sudáfrica hace un mes para el International Women’s Forum (IWF) en Cape Town. El liderazgo cálido y empático de las mujeres sudafricanas fue una fuente refrescante de alegría. Regresé de mi viaje inspirada y con más ganas de trabajar y aportar a mi comunidad.
También tuve la oportunidad de ir a la zona del Parque Nacional Kruger en el noreste del país, donde uno de mis guías me comentó que existe un grupo de mujeres que dona su tiempo para proteger a los rinocerontes de la caza furtiva, las Black Mambas. Los rinocerontes están en riesgo de extinción porque los llamados “poachers” hacen todo lo posible para matarlos y robar su apreciado cuerno, algo que luego venden a precios exorbitantes en el mercado negro asiático. Lamentablemente, hay personas que creen que el cuerno de rinoceronte tiene propiedades mágicas y que puede curar enfermedades, cuando en realidad está hecho de keratina, la misma sustancia de las uñas y el pelo de los seres humanos.
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