Por Ana Cecilia Pérez
Las plataformas digitales y las redes sociales han exponenciado la necesidad de pertenecer a un mundo donde la fama y el reconocimiento digital se valoran a mucho más que la privacidad y la protección, el fenómeno de las 'Mom Run Accounts' emerge como un oscuro reverso del sueño de convertirse en una estrella de las redes sociales. Estas cuentas, gestionadas por madres que proyectan a sus hijas como modelos y estrellas emergentes desde una edad temprana, abren un debate crucial sobre la ética y las consecuencias a largo plazo de vivir una vida bajo el constante escrutinio público.
"Mi nombre es Laura, y antes de tener voz propia en el mundo, mi imagen ya estaba siendo moldeada y compartida por mi madre en redes sociales. Desde que tengo memoria, cada paso, cada sonrisa y cada gesto fue capturado y publicado, no para mantener un álbum de familia, sino para construir mi marca personal como futura modelo e influencer.
Desde los cinco años pasando por mi pubertad a mi adolescencia, mi vida fue una serie continua de sesiones de fotos y apariciones públicas, todas meticulosamente orquestadas por mi madre. Lo que muchos veían como una oportunidad dorada para mi futuro, se convirtió en un portal hacia un mundo de atención no deseada y comentarios inapropiados.