Por Arabella Jiménez
Para Iker, que con amor me ha enseñado.
Para Rocío, Tania, Federica, Violeta, Martha, Marcela y todas las madres trans guerreras.
Nadie te dice cómo ser madre y sí, todo mundo tiene una opinión al respecto. Alrededor de la maternidad existen mil mandatos, mil formas del deber que nos confrontan con nuestras propias ideas, con nuestras subjetividades respecto a la maternidad y cómo ejercerla. Para todo estaba yo medianamente preparada, menos para una vocecita infantil de cuatro años que me dijo un día: “En realidad yo soy un niño”.
Al inicio pensé que se trataba de una etapa. Dimos inicio a una conversación sobre lo que era ser niño o niña en esta sociedad. En aquel momento con esa pequeña almita de cuatro pudimos concluir que las niñas y los niños podían hacer y jugar a lo que quisieran, que no había ropa solo para niño o niña, ni juguetes ni juegos con exclusividad de género.
A los ocho años alzó su voz y se rebeló: no más rosa, no más vestidos y no más cabello largo. He de confesar que esta rebelión me pareció muy simpática, pues comenzó a sentirse más a sus anchas. Y luego vino lo mejor, la voz más fiera, la de la adolescencia: “ahora sí, ma, ya sé qué soy: soy un niño trans”.
Un mar de confusiones, su voz fue tan fuerte que nadie pudo acallar. Tocó correr a investigar qué era eso de ser un chico transexual, cómo apoyarle, cómo entenderle y, sobre todo, ¿cómo acompañarle? Aprendí que la identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la percibe, y puede o no corresponder con el sexo asignado al nacer. Aprendí que en la Consulta Infantil y Juvenil 2018 del INE alrededor del 2% de las, los, les menores participantes se refirieron a sí mismos con un género distinto al asignado al nacer. Aprendí que mi hijo era distinto a eso llamado “cisheteronorma” y que si lo silenciaba, que si no lo acompañaba en su transición, si no respetaba el nombre que él eligiera y los pronombres que le hicieran sentir cómodo le iba a aplastar, le iba a suprimir, pero sobre todo iba a violar un derecho humano fundamental: el derecho a la identidad, su derecho a existir, a ser.
En el camino de acompañamiento encontré maravillosas personas, madres amorosas que decidieron lo que yo: acompañar a sus hijas, hijos, hijes en su camino por ser felices, por aceptar quienes realmente eran y luchar por el reconocimiento de que infancias y adolescencias existen. Juntas las madres y las familias hemos ido haciendo camino para exigir al Estado políticas públicas y procedimientos administrativos para hacer su vida, una vida libre de violencias y discriminación.
A lo largo y ancho del país colectivas de la diversidad sexogenérica y colectivas de madres y familias han luchado porque haya en todo México leyes que permitan el cambio de acta de nacimiento concordante con la identidad autopercibida de menores de edad, la prohibición definitiva de las llamadas terapias de conversión, los uniformes neutros para que las infancias y adolescencias trans estén más cómodas en las escuelas, los protocolos escolares para infancias trans y, por supuesto, la iniciativa de los baños neutros.
Iker, mi hijo, eligió ese nombre vasco y pienso que no deja de hacerle honor a su nombre, me trajo buenas noticias: es un joven trans. Hoy con 19 años es más feliz de lo que un día fue a los 13 cuando inició todo el camino de la transición.
Me volví guerrera, como todas esas madres que encontré en el camino. Me encontré en ellas y les agradezco tanto activismo a favor de sus peques; caminamos juntas y nos encontramos pensando que somos una fuerza que nos sostenemos y sostenemos. A todas ellas, este día las recuerdo y reivindico sus maternidades, pues inspiran para continuar siendo #MamáTrans.
Arabella Jiménez (@mekare_76) es feminista, activista y comunicadora. Es coordinadora de Comunicación del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir en México.
Referencias:
[1] Cisheteronormatividad: Conjunto de creencias e ideas asimiladas a lo heterosexual y cisgénero, cuyo arraigo produce un tipo de opresión sobre estos colectivos que forman parte de la diversidad sexogenérica (LGBTIQ*).
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