Impostora, sí.
Hoy escribo para cuestionar la forma tradicional con la que lidiamos con el “síndrome de impostor” pues, me parece, alimenta visiones erradas sobre qué compone el éxito.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.