El grito y el silencio

Por Bárbara Tijerina

Este año, el Grito de Independencia resonó en el balcón presidencial mientras en varias plazas del país reinaba el silencio: por seguridad, las celebraciones se cancelaron. El ritual del poder contrasta con la realidad del país.

Hace apenas unos días, en su primer informe, Claudia Sheinbaum afirmó con una sonrisa en el rostro que el desabasto de medicamentos estaba resuelto. Sabemos que no es así. En el Grito proclamó “¡Viva la democracia!”, pero cada día vemos más trabas. Y queda la pregunta: ¿por qué no incluyó un “¡Vivan las madres buscadoras!”?

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