La medicina casi como objeto de lujo

Año con año los costos de cualquier atención en un hospital fuera del sistema público suben por encima de la inflación promedio del país.

La medicina casi como objeto de lujo
Bárbara Anderson
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La medicina casi como objeto de lujo
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Uno de los temas que muchas aseguradoras vienen discutiendo es la inflación médica del sector privado en nuestro país.

Sin un control claro ni transparente de los tarifarios por servicios, año con año los costos de cualquier atención en un hospital fuera del sistema público suben por encima de la inflación promedio del país.

En las dos últimas décadas el promedio de la inflación médica privada ha sido entre dos y tres veces el Índice Nacional de Precios al Consumidor.

“Los costos de la medicina en hospitales privados es uno de los secretos mejor guardados”, me explicaba Daniel Bandle, ceo de Axa México.

Los números de esta aseguradora pueden ser un buen termómetro sobre el aumento de los Gastos Médicos Mayores (ese Triángulo de las Bermudas de los costos de un servicio médico), ya que tienen 1.5 millones de asegurados en este rubro, y es la segunda más grande del país con 22% del mercado.

Mientras en 2020 (en plena pandemia, sin vacunas, con hospitales saturados) un padecimiento respiratorio tenía un costo promedio de 158 mil pesos, en 2021 fue de 255 mil, es decir, un aumento de 61% año contra año. Pues ni Argentina nos ganó en esta tasa de inflación.

Un gasto médico mayor vinculado con hematología tuvo un aumento de costos en el mismo periodo de 43%, un recién nacido, 36%; cualquier padecimiento óseo (hombro, rodilla, cadera) fue 30% más caro en 2021 que en 2020 y si de columna se trata la inflación fue de 25%.

Esto, sin dudas, afecta en el costo de las pólizas en un sector muy pequeño: hoy sólo uno de cada nueve mexicanos cuenta con seguro de gastos médicos mayores.

Según publicó días atrás la Asociación Méxicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en el promedio del sector el costo del servicio médico privado fue de 17%.

Si tenemos en cuenta este dato y nos remontamos a 2015 (con una inflación médica de 6.5%) podríamos decir que el costo de la medicina privada casi se ha triplicado en sólo seis años.

Esa inflación que se cocina en las cadenas de hospitales privados a la hora de los seguros se traslada de manera directa al costo de la prima de cada beneficiario.

Y no es lo único en lo que la salud nos dió un zape en nuestros ingresos.

Porque, como saben, los gastos médicos mayores son precisamente “mayores”, es decir, que todo lo que sea ambulatorio/no cirugía/no estudios complejos tiene que pagarse aparte, como una simple y socorrida consulta médica.

Esto, que se conoce como “gasto de bolsillo”, también aumentó. Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, en 2020 el gasto de bolsillo promedio por persona en atención médica y medicinas aumentó 40% al pasar de 2 mil 358 pesos en 2018 a 3 mil 299 pesos en el primer año de la pandemia.

El efecto Covid inverso

El 2021 terminó siendo más caro para algunas aseguradoras, como AXA, que el fatídico año 2020 de la pandemia.

Uno podría imaginar que semejante crisis de salud disparó los costos de atención, como en el resto de los países del mundo, pero no. En nuestro caso, el año 2021, de menos contagios/muertes gracias a las vacunas, fue el más caro para esta compañía.

¿Las razones?

1) Los clientes de gastos médicos mayores generalmente forman parte de una prestación laboral por un cargo medio/medio alto. Este grupo de empleados fueron los primeros que se trasladaron a trabajar en home office, con lo cual su nivel de exposición y contagio fue menor.

2) Muchas de las enfermedades “no Covid” quedaron en stand by en 2020 por la saturación hospitalaria y el enorme riesgo de asistir a una clínica y contagiarse cuando aún no había nadie vacunado. Estas dolencias (en muchos casos cirugías, reemplazo de cadera, tratamientos especiales) se postergaron al año pasado, cuando ya el proceso de vacunación comenzaba a liberar espacios en los centros médicos.

3) La inflación médica. Si al aumento de tratamiento, operaciones y estudios postergados le sumamos este aumento de costo de doble dígito, terminó siendo la tormenta perfecta de aumento de costos para AXA.

En el caso del Covid-19, la aseguradora que preside Bandle tuvo en toda la pandemia un total de 4 mil 700 clientes diagnosticados.

El costo promedio de atención de un paciente con coronavirus fue de 840 mil pesos (cuando el promedio general sin pandemia es de 60 mil); el mayor monto pagado por un paciente fue de 55 millones de pesos.

También desde marzo de 2020 a la fecha en el rubro de Seguros de Vida fueron indemnizados 4 mil clientes, que totalizó una cifra de mil millones de pesos.

Un dato interesante con respecto a la “nueva normalidad” es que, si bien es cierto que la vacunación es voluntaria, en el caso de AXA si un paciente se contagia y no está inoculado su cobertura tiene un tope de 300 mil pesos. “Estoy convencido de que es lo que hay que hacer, porque uno de los principios de los seguros es la solidaridad, la mutualidad debe ser solidaria; entonces, en un país donde la vacuna es universal y gratuita no me parece correcto que la inmensa mayoría vacunada deba financiar a los que no se vacunan”, afirma Daniel Bandle, dejando un tema para un debate de sobremesa.

Lo cierto es que la salud privada es un sector casi ajeno a la realidad mexicana, con inflación propia y una escasa cobertura, que deberá en algún momento ser tomado en serio con una legislación que permita transparentar los verdaderos costos de la atención en los hospitales fuera del sistema público.

@ba_anderson

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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