El G20 con la invasión rusa de fondo

Aunque el programa de la presidencia contemplaba tres prioridades, es la guerra de Rusia contra Ucrania la que realmente ha marcado la agenda.

El G20 con la invasión rusa de fondo
Beata Wojna

Con una gran expectativa se inició este martes la cumbre del G20 en Bali. Bajo la presidencia de Indonesia que este año es la anfitriona del foro que reúne a los líderes de los 19  países y de la Unión Europea para hablar sobre los principales problemas de la agenda internacional. Aunque el programa de la presidencia contemplaba tres prioridades: la arquitectura de la salud global, la transformación económica basada en lo digital y la transición energética, es la guerra de Rusia contra Ucrania la que realmente ha marcado la agenda.

Sin Putin, quien decidió no asistir y envió en su representación al ministro de Exteriores de Rusia, era más fácil sentar a los invitados en la mesa, aunque no se logró evitar controversias entre diferentes delegaciones por el tema de la guerra. La mayoría de los presentes en el G20 han condenado la invasión rusa con anterioridad en diferentes foros y apoyan a Ucrania, pero los países como China, India, Brasil, Arabia Saudita e Indonesia expresaron su desacuerdo con la propuesta de condenar la invasión rusa en la declaración final del G20 lo cual ha llevado a generar algunas tensiones al respecto y ha obligado a buscar salidas que pudieran satisfacer a todos, Rusia incluida. De acuerdo con los reportes de la cumbre, el presidente de Indonesia ha pedido incluso a los países del Occidente bajar su retórica contra Rusia, reflejándose así las diferencias que existen en el mundo sobre la invasión rusa.

No cabe duda de que los problemas globales no se solucionarán en una reunión de los líderes de dos días. Aún así debemos considerar esta convocatoria de los jefes de Estado y de gobierno en Bali como un ejercicio muy relevante en este año marcado por la invasión rusa, las crisis energética y alimentaria, la rivalidad entre China y los Estados Unidos y las tensiones alrededor de Taiwán. Ha sido una reunión necesaria que permitió a los jugadores más importantes del mundo como Joe Biden, Xi Jinping, Nerendra Modi, Recep Erdogan, Olaf Scholz, Emmanuel Macron, Rishi Sunak, para mencionar solo algunos, encontrarse cara a cara y conversar tanto en el formato multilateral como bilateral.

La cumbre del G20 nos deja al menos cuatro puntos a destacar. En primer lugar, la convocatoria demostró que el mundo está muy conflictuado, aunque hay voluntad de los países más importantes de “evitar que una competencia se convierta en un conflicto y encontrar formas de trabajar juntos en asuntos globales urgentes”. Este es al menos el mensaje que nos llega después de la reunión bilateral de Biden y Xi que se celebró el lunes en Bali. Los dos presidentes subrayaron la necesidad de una mejor comunicación y de un manejo responsable de las diferencias existentes entre China y los Estados Unidos. Anunciaron también la visita del secretario de Estado Antony Biden a China para darle seguimiento a los acuerdos alcanzados.

En segundo lugar, en la cumbre del G20 se sintió que la invasión rusa ha acentuado las divisiones existentes con anterioridad en las relaciones internacionales, aunque también permitió confirmar que el juego ruso con las armas nucleares es inaceptable incluso para los países aliados de Rusia. En este contexto, China, juntamente con los Estados Unidos, “reiteraron su acuerdo de que una guerra nuclear nunca debe librarse y nunca puede ganarse y subrayaron su oposición al uso o amenaza del uso de armas nucleares en Ucrania”. Es un mensaje directo que Putin seguramente leerá con mucha atención.

En tercer lugar, en Bali se pudo escuchar que todos quieren que finalice la guerra, aunque llegar a una solución negociada va a ser muy difícil. El presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy presentó a los participantes del G20 a través de una videoconferencia su plan de paz de diez puntos que se resume a grandes rasgos en lo siguiente: garantizar la seguridad radiológica, nuclear, energética, alimenticia, liberar todos los prisioneros y deportados, recuperar la integridad territorial de Ucrania, retirada de las tropas rusas y cese de hostilidades, justicia internacional por crímenes de guerra, prevención de la escalada y confirmación del fin de la guerra a través de un acuerdo. La reacción de Rusia fue inmediata y no se limitó solo a la crítica expresada por el ministro de Exteriores de Rusia quien poco después abandonó Bali. Este martes Rusia atacó diferentes puntos del territorio de Ucrania con un centenar de misiles que cayeron incluso sobre Kiev. Parece que algunos de los misiles rusos o de sus partes llegaron hasta el territorio de Polonia, al pueblo de Przewodów, matando a dos personas, aunque la investigación al respecto está en curso.

Finalmente, en cuarto lugar, hay que resaltar que América Latina ha estado muy débilmente representada en la cumbre del G20. De los tres países que son miembros de esta plataforma, solamente el presidente de Argentina, Alfredo Fernandez, llegó a Bali. Las economías latinoamericanas más importantes, Brasil y México, estaban representadas solamente a nivel de secretarios de Exteriores, por lo que los presidentes de ambos países, Bolsonaro y López Obrador, junto con Putin, fueron los grandes ausentes de la cumbre del G20. No cabe duda de que la región latinoamericana, a petición propia, pierde el peso internacional al ausentarse de este importante foro global de debate y diálogo sobre principales problemas mundiales.

@beatawojna

Beata Wojna es Profesora de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey


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