Por Carmen Sánchez
Como integrante de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México, considero urgente señalar que si bien la noticia de que el 90% de los Centros LIBRE están “en funcionamiento” puede sonar alentadora, la realidad que vivimos dentro de estas instituciones dista mucho del discurso oficial. Abrir un centro no equivale a garantizar atención digna, acompañamiento real ni acceso a la justicia para mujeres, niñas y adolescentes.
Desde dentro, hemos sido testigas de cómo muchas veces las y los asesores jurídicos niegan apoyo a las usuarias, ya sea por desconocimiento, carga laboral o, peor aún, por falta de sensibilidad. Hay casos donde simplemente se les dice que “no hay nada que hacer”, dejando a mujeres en situación de violencia completamente desprotegidas. Y no es una excepción: es una constante.
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