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Por Claudia Ocaranza

"No puedo hacer nada por cambiar lo que te pasó, pero sí puedo hacer algo para que no le vuelva a pasar a otra". Es uno de los diálogos entre Jodi Kantor y Megan Twohey, representadas por las actrices Zoe Kazan y Carey Mulligan en la película She said (Ella dijo pero titulada como Al descubierto en español). Kantor y Twohey son las periodistas del New York Times que destaparon la historia del acoso y abuso sexual sistémico de Harvey Weinstein, fundador de la productora Miramax, en contra de muchísimas mujeres. Ellas, y la valentía de las mujeres que fueron sus fuentes, fueron la antesala del movimiento #Metoo, que en 2019 se contagió a muchas industrias y países. En México nacieron el #Metooperiodistas, #Metooacadémicos, #Metooactivistas, entre otros.

Ver She said, dirigida por Maria Schrader, removió recuerdos y fibras de aquel 2019 y el doloroso, pero también glorioso #Metoo y sus vertientes. Quizá es porque soy periodista, y la película es narrada desde la increíble labor de Kanntor y Twohey, pero creo que más porque soy mujer y como la mayoría de mi género, no he estado exenta de acoso sexual y mobbing o acoso laboral a manos de un jefe hombre.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.