Por Claudia Pérez Atamoros
A la maestra María Cristina León de Aldrete no le gusta que le digan “pionera”. Ella prefiere que la nombren como lo que es: periodista. Con todas sus letras y con el peso que implica haber sido mujer, norteña, joven y tenaz en una redacción de hombres con egos de plomo. En tiempos donde no existía la “perspectiva de género”, ni mucho menos se hablaba de “violencia mediática”, ella ya estaba dando la nota… y dando batalla.
Nació en Cananea hace 92 años, pero su pluma se forjó en Hermosillo en donde se coló en los periódicos a los 16 años. No por moda, no por “content creator”, sino por necesidad. Iba para química, pero terminó volviéndose alquimista de palabras en un laboratorio de linotipos, redacciones, cuartillas a máquina y tazas de café que ya eran de leyenda.
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