Desde Opinión 51 expresamos nuestra profunda preocupación y firme condena ante las amenazas que ha recibido Adela Navarro, directora general del semanario ZETA, en Tijuana, Baja California y columnista de nuestra comunidad.
Adela y el equipo que lidera ha sido blanco de múltiples llamadas telefónicas con amenazas directas relacionadas con su labor periodística. Estas agresiones no solo buscan intimidarla a ella, sino silenciar el trabajo informativo que durante años ha expuesto temas de gran relevancia pública, incluyendo redes de corrupción, crimen organizado y abusos de poder.
Preocupa especialmente la falta de respuesta institucional: pese a que la periodista informó que los hechos comenzaron desde el pasado 29 de abril a la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de Baja California, no se ha iniciado ninguna investigación ni se ha brindado una respuesta que garantice su protección. Esta omisión es inaceptable y agrava el riesgo que enfrentan tanto Adela como su equipo.
En Opinión 51 nos solidarizamos plenamente con nuestra colega. Reconocemos su valentía y compromiso con un periodismo que incomoda, pero que es indispensable para una sociedad informada.
Exigimos a las autoridades estatales y federales actuar de manera inmediata: investigar las amenazas, identificar a los responsables y garantizar condiciones de seguridad para que las y los periodistas en México puedan ejercer su labor sin miedo.
El silencio institucional también es una forma de violencia. No lo permitamos.
Opinión 51
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