Misoginia marica
Amigos, tengan tantito respeto, conciencia y sensibilidad ¡carajo!

Por Diana J. Torres
Siempre he tenido amigos maricas, fueron mi salvación cuando de adolescente comencé a asfixiarme por los entornos heterosexuales impuestos en cada ámbito de la vida y prácticamente (hasta que las lesbianas empezaron a hacer acto de presencia con cuentagotas), sólo me relacionaba con ellos. Al menos no tenía que preocuparme por la doble tensión sexual que se desataba cuando me juntaba con heteros: mi deseo (no correspondido) hacia ellas, el deseo (no deseado) de ellos hacia mí. Aprendí muchas cosas sobre no ser hetero al lado de los compas maricas, muchas de esas amistades de juventud siguen aún en mi vida después de más de 20 años, y siempre les estaré profundamente agradecida por todo lo que supuso su presencia en mi existir.