Por Diana Murrieta*
Hay decisiones que no se miden en cifras, sino en vidas. El Proyecto de Presupuesto 2026, presentado por el Gobierno Federal, es una de ellas. Este documento refleja los compromisos del Estado con la vida y la seguridad de las personas, y para efectos de esta columna profundizaré en el caso de las mujeres. El Presupuesto 2026 ha borrado las referencias explícitas a los refugios especializados y las diluye dentro de un programa general que mezcla distintas formas de atención.
A primera vista, puede parecer un simple cambio administrativo. Pero no lo es. De acuerdo con la Red Nacional de Refugios (RNR), esta modificación representa una amenaza directa: sin una partida clara y etiquetada, los refugios podrían quedar a merced de la discrecionalidad. Eso significa menos certeza, menos transparencia y, en el peor escenario, menos recursos para las mujeres que hoy dependen de estos espacios para sobrevivir.
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