Respira
Por Edelmira Cárdenas
En la era de la gratificación instantánea y las conexiones digitales, la intimidad parece haber quedado atrapada en un pequeño icono de notificación o en la última actualización de estado. Nos encontramos en un mundo donde la tecnología nos conecta a un clic de distancia, pero a menudo, al costo de desconectarnos de lo que realmente importa: la intimidad genuina. Así que, pongamos en pausa esos feeds infinitos y exploremos cómo podemos rescatar la intimidad de su pequeña cápsula virtual.
La intimidad encapsulada es como un tesoro escondido en medio de la jungla digital. Nos encontramos compartiendo los detalles de nuestra vida en redes sociales, haciendo públicos momentos que solían ser privados. La exposición constante nos deja con la sensación de que la privacidad es una especie extinta. ¿Recuerdas cuando las conversaciones eran cara a cara y no cara a pantalla? Cuando hablar era necesario tener muchas monedas en el bolsillo para colocarlas en las casetas telefónicas de cada esquina de tu barrio ¡Ah, aquellos tiempos! Pero no todo está perdido.
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