Mujer y Corazón

El mito de que las enfermedades del corazón son únicamente de hombres es eso, un mito, porque la realidad es que en ambos sexos constituyen la principal causa de muerte.

Mujer y Corazón
Edith Ruiz Gastélum

Los datos son sorprendentes y alarmantes: las enfermedades cardiovasculares (ECV), que comprenden las enfermedades cardiacas en conjunto con los accidentes cerebrovasculares, conocidos comúnmente como embolias cerebrales, son la primera causa de muerte en las mujeres. Destaca que, en el año 2020, aproximadamente 100 mil mujeres fallecieron en México por enfermedades del corazón.

El mito de que las enfermedades del corazón son únicamente de hombres es eso, un mito, porque la realidad es que en ambos sexos constituyen la principal causa de muerte.

¿Y qué es lo que detona estas enfermedades del corazón? Son los denominados factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus y la elevación de las concentraciones de colesterol en la sangre. La mayoría de esos factores tienen un comportamiento silente, y cuando algunos de ellos presentan síntomas es porque ya están muy avanzados.  Es por eso que particularmente en las mujeres la enfermedad cardiaca es con demasiada frecuencia un asesino silencioso. Casi dos tercios de las mujeres que murieron repentinamente no tenían síntomas previos y la mayoría son en gran medida prevenibles.

Un estudio reciente encontró que casi el 75% de los casos de enfermedades que afectan las arterias del corazón en las mujeres se pueden prevenir con mejores opciones de estilo de vida, como no fumar, hacer ejercicio y comer una dieta saludable. Pero la prevención se ve obstaculizada por el hecho de que muchas mujeres y sus proveedores de atención médica no se dan cuenta de que las enfermedades cardiacas son la amenaza número uno para su salud. La Asociación Americana del Corazón (AHA) está trabajando para cerrar esta brecha de conocimiento a través de la educación y la promoción.  Esta es una labor titánica, porque en diversas encuestas el público y también entre los profesionales de la salud no reconocen esta afección en las mujeres.

Otro problema es que, además de los factores de riesgo habituales, existen ciertos factores de riesgo que afectan más a la mujer, como los psicosociales, es decir, la depresión, ansiedad, estatus socioeconómico bajo y las enfermedades reumatológicas, que son más frecuentes en ellas que en los hombres; además, habría que sumar otros riesgos como preeclampsia, hipertensión y diabetes gestacional, que son los menos reconocidos en la mujer.

Uno de los problemas más serios en la mujer mexicana es la obesidad. Se estima que en México el 40% de las féminas tienen obesidad y 76.7% tienen un trastorno de peso. Por ejemplo, la cintura no debería de medir más de 80 centímetros y en nuestro país 87% de las mujeres rebasan ese límite.

La obesidad también favorece el desarrollo de la diabetes e hipertensión, y se asocia a la elevación del colesterol. Es provocada por los malos hábitos dietéticos, con una alta ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, grasas trans, carbohidratos y bajo consumo de alimentos saludables. Aunada al sedentarismo, esta combinación con la pobre activación física cobra la factura y favorece que cada vez tengamos pacientes más jóvenes con enfermedades del corazón.

No olvidemos al tabaquismo, ya que triplica el riesgo de un infarto cardiaco. De hecho, más de la mitad de los infartos que ocurren en mujeres de edad media son fumadoras. Se ha visto que cada vez fuman más mujeres y que es más difícil que ellas dejen de fumar. Una terrible combinación que incrementa más el riesgo es la ingesta de anticonceptivos orales.

Pero dentro de las peculiaridades de las enfermedades del corazón en las mujeres destacan varios factores, por ejemplo: ¿cómo se presenta una mujer con un infarto al corazón? A diferencia de los hombres, las mujeres en lugar de presentar dolor en el pecho irradiado al brazo izquierdo lo pueden manifestar en la boca del estómago, en la espalda o cuello, incluso con malestar en la mandíbula, lo cual dificulta establecer el diagnóstico clínico. Destaca que las mujeres que presentan un infarto, en ocasiones, refieren sensación de disnea, como si se les cortara el aire al realizar sus actividades cotidianas. Asimismo, una tercera parte percibe una fatiga inexplicable, pero lamentablemente muchos de estos síntomas no se reconocen hasta que ocurre el infarto.

Las recomendaciones por consiguiente son los lineamientos saludables de la Asociación Americana del Corazón, que podrían prevenir dos terceras partes de los infartos al corazón en nuestras mujeres.

  1. Dieta saludable.
  2. Peso de ideal
  3. Ejercicio de 150 minutos a la semana. Una opción es caminar 10 m.il pasos diarios.
  4. Una glucosa por debajo de 100 mg/dl.
  5. Mantener  niveles y colesterol total menor de 200mg/dl.
  6. Presión arterial de 120/80 mmHg o menos.
  7. No fumar.

Se deberá  revisar el colesterol en sangre y solicitar un perfil de lípidos completo, además de los niveles de  glucosa y medir la presión arterial, desde los 20 años, y, en caso de resultar normales, cada cinco años revisar estos parámetros.

edithdruizg@hotmail.com

La Dra. Edith Ruiz Gastélum es Cardióloga clínica, coordinadora del capítulo de Dislipidemias en ANCAM (Asociación Nacional de Cardiólogos de México).


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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