Fatima Masse

Cuando la escuela cierra, las mamás pagamos la cuenta

La inclusión no se decreta: se construye con políticas públicas y corporativas que entienden que detrás de cada trabajadora hay también una historia de cuidados.

Por Fátima Masse

Este viernes, como todos los últimos viernes de cada mes, no habrá clases. ¿La razón? Toca Consejo Técnico Escolar (CTE), una política que, al margen del impacto escolar, exhibe la falta de decisiones empáticas frente a la realidad que viven millones de mujeres en México.

Desde la perspectiva educativa, los CTE parecen ser una buena idea. Son espacios donde todo el personal docente de cada escuela de educación básica —preescolar, primaria y secundaria— se reúne para reflexionar y diseñar estrategias para que las niñas, niños y adolescentes aprendan más, convivan mejor y la escuela funcione de forma eficiente. ¿Quién podría estar en contra de eso?

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