Por Fátima Masse
En esta era, mantener la salud mental es un desafío para cualquiera, pero lo es aún más para quienes cuidan de otras personas.
Hace poco, una madre de una niña de ocho años me dijo una frase que se me quedó grabada: “Le voy a dar lo mejor, incluso a costa mía”.
Esa declaración, tan común entre quienes ejercemos el cuidado (aunque no se diga abiertamente), resume el dilema silencioso que muchas vivimos: entregar todo, aunque eso signifique desgastarse física, emocional y mentalmente.
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