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Por Fátima Masse

La tecnología está cambiando la forma en la que funciona el mundo. Si bien esta frase se aplica desde hace mucho tiempo, me parece que los anuncios más recientes en torno a los avances de Inteligencia Artificial (IA) han acelerado la tendencia. Esto, sin duda, nos invita a reflexionar con mayor profundidad sobre cómo debe cambiar la educación y el empleo en nuestro país, para evitar que se abran las brechas de desigualdad.

El año pasado, el lanzamiento de ChatGPT de la compañía china OpenAI se volvió viral al responder las dudas de cualquier usuario y hasta aprobar exámenes de posgrado.

Esto fue solo el comienzo. Ayer Google anunció a Bard, un chat inteligente similar a ChatGPT para hacer búsquedas. Y vendrán más, al menos eso se refleja en el aumento del precio de las acciones de las empresas líderes de IA.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.