Por Gabriela Sotomayor

El pasado 23 de octubre Nicaragua debió presentar su informe ante el Comité de la ONU sobre Derechos de la Mujer (CEDAW en inglés). A la sesión no se presentó una delegación de alto nivel de Managua y fue la distinguida embajadora Rosalía Concepción Bohórquez Palacios quien hizo acto de presencia y lanzó sendos insultos a las expertas que velan por el cumplimiento de la Convención ratificada por los estados para garantizar el goce de estos derechos.

La presidenta del CEDAW Ana Peláez abrió la sesión y conforme hablaba se pudo ver que la funcionaria nicaragüense fue afilando sus navajas y al tomar la palabra se fue como hilo de media: “El Gobierno de Nicaragua con firmeza y dignidad  reafirma su total rechazo a las maliciosas, sesgadas, parcializadas y mal intencionadas preguntas sobre el informe que presentó Nicaragua el pasado 2 de mayo de 2019, documento que refleja claramente el compromiso de nuestro gobierno en la restitución de los derechos de las mujeres nicaragüenses’’

“Denunciamos la lesiva actuación de este Comité y los países esclavistas y machistas de Occidente. Se pretende reproducir información parcial, sesgada y subjetiva y que solo busca desvirtuar nuestro propósito de alcanzar a plenitud el bien común y la paz para nuestra nación como pilares fundamentales de los verdaderos derechos humanos de las mujeres’’

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.