¿El vaso medio lleno o medio vacío? Siempre me inclino por la primera opción, aunque hay momentos en los que por más que se intente ser optimista simplemente no se puede. Se acaba de presentar el Paquete Económico 2023, el cual incluye un proyecto de presupuesto de 8.3 billones de pesos. Si hablamos de optimismo, en esta situación solo veo un vaso vacío.
Aunque el contenido del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023 no es sorpresa para nadie, debería ser motivo de preocupación. Se estima que el próximo año el presupuesto aumente 1.2 billones de pesos en comparación con lo aprobado para 2022 (7.1 bdp).
Es importante destacar que el presupuesto sirve para satisfacer las necesidades de la población con bienes y servicios, además de funcionar para la operación eficiente del gobierno. Son recursos que van a salud, educación, seguridad, programas sociales, proyectos de inversión, dependencias, instituciones, órganos autónomos, entre otras muchas, muchas cosas.
De acuerdo con Hacienda, se espera que el PPEF 2023 sea financiado a través de la recaudación de impuestos, los ingresos petroleros y por financiamiento. Desde aquí empiezan a sonar las alarmas. En 2023 se estima contratar 1.2 billones de pesos de deuda interna. Es como si todo lo que se pretendiera incrementar en gasto se financiara a través de la contratación de nueva deuda, por eso es importante saber en qué se estima gastar y conocer las verdaderas prioridades del gobierno federal.
¿Por qué el aumento? No voy a detenerme a hablar sobre el presupuesto a las dependencias, porque ni siquiera tendrán cambios importantes, o de los recursos destinados a los proyectos de inversión, porque siempre es la misma historia: no son ni productivos ni rentables. Tampoco me voy a detener en programas sociales porque no hay algo que no conozcamos ya. Voy a enfocarme en dar la razón por la cual el vaso está vacío.
El próximo año el gobierno federal planea ejercer 1.3 billones de pesos para pagar las pensiones para adultos mayores, esto sin contar el programa social de pensiones para el Bienestar de 335 millones de pesos en 2023 y que sumadas representan el 20% del presupuesto total. En 2021 lo destinado a pensiones superó por primera vez el billón de pesos y, como es de esperarse, con el paso de los años habrá más adultos mayores en el país.
Ni siquiera en lo más grave de la pandemia habíamos visto un aumento así en el presupuesto, tampoco para el tema de deuda, aunque en varias ocasiones se sugirió como alternativa para hacerle frente a la crisis sanitaria ¿Por qué ahora? Parecería que únicamente el tema de las pensiones, mismo que se está volviendo insostenible para las finanzas públicas del país, podría ser motivo suficiente para esta nueva contratación de deuda.
Las finanzas públicas están comprometidas al envejecimiento de la población, además de que el sistema de pensiones no tiene perspectiva intergeneracional. Los más jóvenes estamos obligados a contribuir a un sistema del cual no saldremos beneficiados. No significa que se tenga que terminar con las pensiones de las personas adultas mayores, pero es necesario que este sistema esté acompañado en inversión y acompañamiento para que los jóvenes cuenten con la educación y las oportunidades laborales necesarias para poder sostener una buena calidad de vida en la vejez. Por más que pretendo ser optimista, las pensiones representan una bola de nieve que se acumulará con el paso del tiempo, dejando poco espacio para aumentar el presupuesto en el desarrollo de las próximas generaciones.
@AnaLambarriV
*Ana Lambarri es investigadora del IMCO.
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