Domingo negro: la protesta por una lucha que no tiene fin
Experimenté un terrible temor qué pasé lamentablemente a reconocer con certeza: en la próxima marcha seguramente por alguna de ellas se estarán, nos estaremos manifestando.
Audiocolumna narrada por la autora
Por Andrea Gama, fotoperiodista
¿Cómo no quieren que hagamos manifestaciones, quememos y rompamos todo si tenemos un país con un sistema ineficiente, corrupto, lleno de impunidad y una descomposición social terrible con ciertas personas inconscientes sobre la lucha feminista que se vive en México?
Día con día siguen desapareciendo y asesinando mujeres, y el Gobierno mexicano sigue como si nada estuviera pasando. Desde las primeras horas de este domingo 24 de abril, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México se encontró cercada con vallas metálicas. Yo asistí desde las 15 horas y encontré alrededor de 100 mujeres con pancartas y fotos de sus desaparecidas lanzando consignas: “ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “tranquila, hermana, aquí está tu manada”, “van a volver, van a volver, las balas que disparaste van a volver”, y vi varias lágrimas derramarse en diferentes rostros. Tan solo al cubrir la marcha al ver y escuchar todo el ambiente se me enchinaba la piel, al sentir toda la lucha que llevamos día con día las mujeres.
He asistido a las coberturas de marchas feministas desde el 8M del 2020, con lo que he sido testigo desde entonces de varias manifestaciones y he notado un poco más intensidad en el ambiente, ya que el Gobierno sigue hasta la fecha sin dar respuesta de todas las mujeres desaparecidas y no ha hecho justicia por las asesinadas. López Obrador como mandatario solo en las mañaneras llama ‘conservadoras’ a las feministas y destaca que no son las maneras de manifestarse, y Claudia Sheinbaum ha incluso impedido el paso de las manifestantes encapsulando a varias de ellas. Y éstas han sido las respuestas de este sexenio.
La Fiscalía siguió el mismo patrón de proteger los monumentos, edificios y de mandar a cientos de policías como la única acción donde se hace presente el Gobierno mexicano en esta lucha feminista.
Esta marcha se derivó por lo ocurrido en Nuevo León, el feminicidio de Debanhi, que fue localizada en el interior de una cisterna de agua abandonada en terrenos aledaños al lugar donde había desaparecido. Durante los días de la búsqueda también fueron encontrados, en varios puntos de ese Estado, cinco mujeres que estaban desaparecidas: Irlanda Ramírez de 14 años, Ingrid Castillo de 15, Brisa Porras de 16, Jenifer Almaguer de 15, e Irma Hernández de 19 años.
Por mi actividad de fotoperiodista una vez me dijeron que no podía sentir, que tenía que ser neutra con mi trabajo. Pero ¿cómo le pides a un ser humano no sentir? Cuando a través de mi lente veo a mujeres que pegan fichas de búsqueda en todas las vallas que se colocan durante la marchas, cientos de pancartas con frases y fotos de las que ya no están, y ahora son miles de mujeres marchando por ellas, rostros de ira y tristeza por la toda la injusticia que vivimos en nuestro país, ¿cómo ser insensible? Y más cuando sobrevivo en el México que es una fosa donde la siguiente podría ser yo.
Trabajo en un gremio donde predominan los hombres y he notado que el machismo también está muy presente en los medios de comunicación. Escuchando las frases “no puedes asistir a esa cobertura por ser mujer”, “es peligroso, como mujer no deberías ir”. Un ejemplo muy proyectado de los medios de comunicación es que algunos editores siguen mandando a hombres fotógrafos a las marchas feministas, cuando habemos muchas mujeres fotógrafas que entregamos fotografías enfocadas en las pancartas, bailes, música y todo el ambiente que se vive en las manifestaciones y no solo retratando los enfrentamientos policiacos, como si el movimiento solo se tratara de eso.
En México desaparecen siete mujeres al día y 11 son asesinadas, las calles están repletas de fichas de búsqueda de mujeres, hay pancartas en lo alto por las que ya no están, pintas en gran parte del país que denuncian “México feminicida”, “abajo el patriarcado”, “gobierno machista”.
Nosotras seguimos en pie de lucha y yo, como una mujer joven, quisiera llegar a ver un cambio para mis hermanas, pero no sé si pueda alcanzar a vivirlo porque parece que esto será una lucha de años.
Ayer las mujeres en Ciudad de México y otras ciudades volvieron a levantar la voz. Fui testigo del coraje, de las voces, los gritos desgarradores, las miradas tristes pero determinadas, del dolor que une, mueve y conmueve; del miedo que no paraliza y de muchos contingentes que se vuelven uno porque hay algo que hoy nos es común a todas: nos están matando y desapareciendo y las autoridades están rebasadas…
Ayer igual que tantas veces fotografié rostros y frases; intenté retratar esas voces y sus emociones pero también experimenté un terrible temor qué pasé lamentablemente a reconocer con certeza: en la próxima marcha seguramente por alguna de ellas se estarán, nos estaremos manifestando.
@andreagama20
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