¿De qué va debutar en la orfandad “en la tercera edad”?

Noemí Atamoros fue pionera en columnas de opinión. Fue una incansable promotora de la cultura. Múltiples premios, medallas y distinciones, pero lo más valioso es que la quisieron tanto, tanto y más.

¿De qué va debutar en la orfandad “en la tercera edad”?
Claudia Pérez Atamoros
Por Claudia Pérez Atamoros
audio-thumbnail
🎧 Audiocolumna
0:00
/6:48

Lo voy a descubrir…

Por lo pronto, mi querida Pam Cerdeira tan directa y clara, abrazó mi alma toda: “no importa la edad en la que la perdiste, perdiste a tu madre”.

¡Zas! Luego entonces … La extraña sensación no es por mi edad, o la de mi madre. Es el hecho llano de enfrentar su muerte.

La muerte de mí-ma-dre.

Estoy en shock. Pasmada. Anonadada. Aquel temor infantil finalmente es realidad.

Soy huérfana. Huér-fa-na.

A pesar de lo que diga la RAE (huérfano, na. (Del b. lat. orphănus, y este del gr. ὀρφανός)1. adj. Dicho de una persona de menor edad: A quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre).

Pamela Cerdeira tiene razón. Perdí a- mí- madre. En otoño, en su invierno. Con mil colores, en su hogar.

Sus ausencias son corpóreas. Sus presencias infinitas.

Sin padre ni madre. No soy la primera, ni la última. Sumo a la orfandad.

Se vive para morir. Como el tiempo. Como la vida. Una vez que se van, no regresan jamás.

Permanecen momentos. Inmortalizamos recuerdos. Capturamos instantes e idealizamos sucesos.

Es adiós sin serlo. Definitivo. Nunca permanente, mucho menos perenne.

Así es. Serás siempre Noemí. Amada. Mi madre. Mítica.

La indescifrable. La periodista. La avanzada. Capaz.  La piedra preciosa. Natural y pulida. Total.

La escritora. Sencilla. Puntual. La intelectual. La viajera voraz. La madre callada. Meditabunda. En paz.

La hija única. La esposa. La madre peculiar. La abuela “open mind”.

Reverenciada hasta el final.

Pionera. Qué más.

La madre mitificada. La solitaria mujer. La querida mujer.

Ave rapaz. Espiritual. Cisne. Majestuosidad. Rana totémica. Liberadora. Adaptativa. introspectiva. Feroz.

Instante a perpetuidad.

Eres otredad. Absoluta. Punto final.

Te describiste a cabalidad. Te perpetuaste. Sin final.

“Yo soy amatista, rubí, perla y jade. Soy un roble. Muero de pie. Soy el otoño y todos sus colores. Camino de Soria a Logroño. Amaneceres y ocasos. Cierro círculos. Soy la sala donde se oye música. Soy la música. Un delicioso platillo de quesos, un tequila, una pera jugosa. Un hogar. Librero junto a la cama. Soy mis hijos, mis nietos y toda su descendencia. Avenida arbolada. Un tigre para descifrar los símbolos de mi pelaje. Retozo en las grandes llanuras africanas. Bosque, selva, desierto, caravana, oasis, palmera, racimo, dátil, el río Nilo. El Papaloapan. Mariposa. Cenzontle, trino, vuelo. El Coatzacoalcos de mis recuerdos. Playa, arena, caracola y mar. Luna, estrella, sol. Guitarra. Canción de amor. Escritora. Pintora impresionista. Fuego intenso. Soy ayer, hoy y mañana. Soy siempre. Soy el Universo. Soy todo en el Uno y una en el Todo”.

NAZ 2005

Noemí Atamoros nació el 19 de septiembre de 1932 pero… ella decidió haber nacido el 13, fue su número de la suerte. Hija de un masón que pugnó por la inclusión femenina en la masonería y de una mujer independiente y libre, para colmo divorciada.

En 1950 se recibió de Periodista. Fue compañera y contemporánea de mujeres de gran calada. Elena Poniatowska refiere “ser periodista y mujer en los años cincuenta no era nada fácil y habría que recordar a las heroicas Elvira Vargas, Rosa Castro, Anita Salado Alvarez, María Idalia, Noemí Atamoros, Aurea Acosta, Guadalupe Appendini, Maruxa Vilalta, que hizo una columna pionera: Mujeres que trabajan; Magdalena Mondragón, autora de Los presidentes me dan risa; María Luisa Mendoza, la China…; y tantas otras columnistas y editorialistas…”

Ingresó a Excélsior en 1952 cobijada por Don Manuel Becerra Acosta.

Aprendió inglés, alemán, francés.

Fue de las primeras reporteras policiacas y culturales. Cubrió “sociales” desde una perspectiva distinta. Siempre puntualizó que, desde las páginas más frívolas de revistas y diarios - sociales- el buen entendedor descifraba el panorama nacional a placer. Solía decir que, entre copa y copa, boda y boda, las clases de corte y confección eran sobre política y filiación. Los eventos socialités daban cabida a burdos tratos y jugosas decisiones. Lograr crear la primera sección miscelánea cultural fue un honor. Un logro consolidado entre esa camada de mujeres periodistas de primerísima línea como lo fueron las reporteras de la extinta Sección B.

Conoció desde Australia hasta la Patagonia. Recorrió continentes y mares. Viajó al desierto africano y por los países árabes en compañía de otra mujer en los años 80. Otra fémina de avanzada, Evangelina Elizondo, la actriz, la pintora.

Desarrolló junto con su gran amiga y cómplice, la extraordinaria pintora Laura Elenes, el sistema pictográfico literario ATELÉN.

Fue experta en Sor Juana e incluso hay quienes la catalogan como la primera mujer sorjuanista difusora. Muchos muchos años antes de que “pusieran” de moda a Sor Juana. Fue presidenta de la Asociación Cultural Sor Juana Inés de la Cruz y dejó un legado de arte y cultura que ha trascendido fronteras.

Dio vida en México al grupo de escritura Tiran lo Blanc el cual encabezó hasta el día de su muerte. Se diplomó como Gran Maestre de la corriente espiritual conocida como Ciencia de la Mente. Y dirigió grupos de meditación los últimos 20 años de su vida.

Dio voz a las “señoritas México” con entrevistas que dejaban ver que no solo eran caras bonitas allá en la década de los 80.

Entrevistó a intelectuales, políticos y artistas de su tiempo.

Fue pionera en la difusión del fenómeno OVNI en los 60’s.

Fue la coordinadora e ideóloga de la primera exposición de periodismo femenino en 1973.

Dirigió Rotocolor y Magazine Dominical de Excélsior.

Fue jefa de la Sección B de Excélsior a la muerte de Bambi. Permaneció en esa casa editorial por más de 55 años.

Escribió en Cine Mundial, Plural, Revista de Revistas. Últimas Noticias.

Hizo alianzas de respeto y amistad con las mujeres reporteras. Los periodistas la respetaron hasta el final.

Participó en la fundación del Grupo 20 mujeres y un hombre pero pronto lo dejó para dedicarse de lleno a la escritura de su primer libro.

Publicó 3. Fue pionera en columnas de opinión. Fue una incansable promotora de la cultura. Múltiples premios, medallas y distinciones, pero lo más valioso es que la quisieron tanto, tanto y más. Anécdotas a mil.

Un saco muy elegante y difícil de llenar. De talla única.

Pd.

Agradezco el abrazo solidario virtual de tantas. La esquela de mi querida Soledad y equipazo; la llamada puntual de Pamela Cerdeira con sus palabras apapachadoras; la presencia física y total de Stephanie Lewis en compañía de Fer Medellín; los wasaps de Sandra y Jimena; a Opinión 51 por ser una casa con seres de luz que iluminan vidas y están llenas de cultura, sabiduría y contundencia.

Y a L’oreal de México por esa corona espectacular para la reina madre, madre de otros 2, mis hermanos. Dermatólogo él; ella comunicóloga al servicio de la difusión sobre la importancia de cuidar la piel.

✍🏻
@perezata

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Más de 150 opiniones a través de 100 columnistas te esperan por menos de un libro al mes.