¿Y si perdemos la batalla de las matemáticas? Ni somos buen@s

En los últimos resultados disponibles de la prueba PISA, sólo el 43.8% de las y los estudiantes mexicanos demostraron tener un nivel mínimo de competencia.

¿Y si perdemos la batalla de las matemáticas? Ni somos buen@s
Por Graciela Rojas

En los últimos resultados disponibles de la prueba PISA, sólo el 43.8% de las y los
estudiantes mexicanos demostraron tener un nivel mínimo de competencia, mientras que el porcentaje del promedio de los países que integran la OCDE (La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)  es de 76% (por cierto, desde que participamos en PISA no hemos tenido mejoras sustanciales). Esto no nos sorprende considerando que de acuerdo con un estudio realizado por PISA en 2012 posicionó a México en el primer lugar de índice de ansiedad hacia las
matemáticas y subrayó que las y los estudiantes con ansiedad a las matemáticas
tienden a eludir aspectos relacionados con este rubro, lo que incluye su evasión
hacia carreras profesionales en esta rama.

Según este estudio, en México más del 75% de las y los encuestados declararon
estar de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación “frecuentemente me preocupa que tendré dificultades en clases de matemáticas” y casi la mitad de las y los estudiantes sienten ansiedad al intentar resolver problemas de matemáticas.
Entonces, nos queda claro que no sólo no destacamos en matemáticas, sino que les tememos. Tenemos que recordar que las matemáticas son una ciencia que estudia
las propiedades de entidades abstractas (números, figuras geométricas o símbolos) y sus relaciones, es decir, va más allá de hacer sumas y restas, si bien estas son
operaciones básicas en nuestro día a día, las matemáticas son la base que nos
permitirá entender el mundo desde una perspectiva integral, crítica, y desarrollar
habilidades fundamentales como son la resolución de problemas, creatividad,
alfabetización de datos, alfabetización digital y ciencias computacionales. Y son estas habilidades las que necesitamos para enfrentar los retos del siglo XXI.
Por otro lado, prácticamente en todos los países de la OCDE, al comparar un hombre con una mujer con el mismo rendimiento en matemáticas, la mujer muestra más ansiedad hacia las matemáticas y tiene menos confianza en sus habilidades en este rubro.

No podemos quedarnos así.

Según datos de la ONU, la generación entre los 9 y 19 años es la primera que podría acabar con la pobreza extrema y la última que puede limitar el cambio climático, es decir,  si no logramos incidir en esta generación, simplemente como humanidad no lo habremos logrado. Necesitarán desarrollar soluciones a estas y otras problemáticas apremiantes a través de STEM, y las matemáticas son indispensables para ello.

Además, las matemáticas son la base de los empleos del futuro, no sólo en los
campos STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en
inglés) sino que serán requeridas en todo tipo de trabajo. Por ejemplo, hoy se
pueden definir estrategias de mercadotecnia, detectar enfermedades graves y
revisar contratos con inteligencia artificial en cuestión de segundos.

En Movimiento STEM creemos que sólo en colaboración seremos capaces de acelerar el cambio educativo que requiere el país, seguiremos buscando eliminar los prejuicios que existen alrededor de las áreas STEM, los estereotipos de género que las acompañan e impulsando prioritariamente el aprendizaje de las matemáticas, pues es una batalla que como país, no podemos perder.

Sólo si apostamos por el talento, que por cierto no tiene género, seremos capaces
de construir una sociedad más justa e incluyente ¡sin dejar a nadie atrás!

@rojasgrace

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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