El Diputado 501 y el “fast track” con la hija de la Reforma Electoral

Como parte del control de daños ante el rechazo de la Reforma Electoral (Constitucional), el diputado 501 (Adán Augusto) empujó en un sólo día en la Cámara de Diputados a la hija de la Reforma Electoral (Plan B), con ello mandó meses de trabajo técnico y meses de Parlamentos Abiertos al Rancho de Palenque Chiapas.

Por Laura Brugés*

Eran 18:57 en el Plano de la Cámara de Diputados cuando se abrió el tablero de votación y todos sabíamos de los resultados de Reforma Electoral "Madre", por tratarse de una de tipo Constitucional fue muy corto su tiempo de discusión, al durar tan sólo 4.5 horas. Se confirmó lo evidente, ya estaba muerta antes de ser votada. Y las y los Diputados no se querían desgastar.

El debate giró en torno a las leyes secundarias que trajo al Diputado 501 por la mañana, al referirme al diputado 501, hablo del secretario de Gobernación, Adan Augusto López, quien estuvo a puerta cerrada en la reunión previa del Grupo Parlamentario de Morena.

El diputado 501 no sólo acudió a entregar la propuesta de Leyes Secundarias o el tan anunciado “Plan B”, también estuvo para presionar a los Diputados del bloque mayoritario de la Cámara de Diputados, porque para esta, sí tienen los votos. El problema, según me explicaron, es que algunos diputados de Morena y aliados no querían dar un voto a favor de algo que llegó el mismo día y sin tiempo de leer.

Esa reunión con el Secretario marcó el transcurso de la jornada, hubo presiones no para la Reforma Electoral Constitucional, más bien para votar a favor del paquete de Leyes Secundarias y peor aún, al interior de Morena. Porque en esta ocasión no necesitaban a la oposición. 

A las 19:12 horas se cerró la sesión en la que la oposición celebró su triunfo instantáneo, mismo que se desvaneció con la segunda se sesión que abrió a las 22:05 horas. En ese lapso de tiempo hubo incertidumbre en los pasillos de San Lázaro, de qué pasaría con el llamado Plan B que terminó por convirtse en Plan C con las adecuaciones que solicitaron el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT). Ya no podían culpar a la oposición del retraso, Morena y sus aliados no lograban ponerse de acuerdo.

¿Cómo estuvo el madruguete?

La última votación fue a las 3:40am, se cumplió como se tenía previsto con el paquete de reformas a 5 Leyes Secundarias y la creación de una más, con lo que se amortiguó el golpe del fracaso de la Reforma Electoral Madre (Constitucional).

El truco de Morena fue turnar el Plan B (el de AMLO) a comisiones, pero al final se votó en el Pleno el Plan C, que no fue más que un copy + paste de la iniciativa enviada por el Ejecutivo con modificaciones del PT y PVEM.

En el paquete de reformas se terminó por aprobar la Iniciativa que reforma a la Ley General de Comunicación Social, y de la Ley General de Responsabilidades Administrativas. Y en una votación adicional la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, de la Ley General de Partidos Políticos y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral.

La oposición criticó la forma cómo se le dio dispensa de trámites a este paquete de reformas que catalogaron como un proceso “desaseado” e “ilegal” que los llevó a salirse del Pleno para mostrar simbólicamente su rechazo a este gol de último momento. Y es que todo se dio en un abrir y cerrar de ojos, hubo diputados que no tuvieron ni tiempo de leer este paquete de leyes secundarias, como me platicaron algunos. Al final, los diputados del PRI, PRD, PAN y MC mantuvieron su voto en contra, también, para este Plan C, cuya votación la emitieron vía remota, por tratarse de modalidad semipresencial.

Muchos mencionaron en esta ecuación que la aprobación de la Reforma Electoral hija o Plan C llegará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero lo que nadie dice es que se va a complicar en la aduana del Senado.

*Laura Brugés es periodista de temas legislativos.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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