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Mujeres Mineras

La minería solía ser, como muchos otros, un gremio hecho por hombres y para hombres.

Por Lourdes Mc Pherson

Hemos llegado nuevamente al mes de marzo, una fecha que nos encuentra a las mujeres más fortalecidas, más preparadas y en lucha constante por nuestros derechos. En estos días de reflexión quiero destacar el avance que en estos últimos años hemos tenido en esta batalla, en la que incluso hasta el concepto feminismo ha tomado el lugar que le corresponde; pasamos de verlo como un enemigo ideológico de ideas radicales, a tomarle de la mano, abrazarle, conocerle y defender sus causas, lo cual celebro y como mujer agradezco; aún más en la minería, un mundo profesional donde hasta 2008 la participación de las mujeres no era significativa, según datos de Women in Mining México.

¿Te imaginas lo que esto representa? La minería solía ser, como muchos otros, un gremio hecho por hombres y para hombres, donde solo ellos se sentían cómodos, pues los espacios estaban hechos a su medida a sabiendas que era casi imposible para una mujer encajar. Reconozco también que es un gremio que ha sabido evolucionar. Hoy en día las mujeres no sólo participamos, sino que contamos con liderazgos que tienen una voz potente dentro de las empresas, las cámaras y la industria en general; mujeres a quienes debemos las brechas por las que hoy transitamos muchas que venimos detrás. Ellas y muchas más construyen la minería del futuro que exige reinventarnos y adaptarnos al mundo cambiante en el que hoy vivimos.

Una minería incluyente solo es posible con la participación de las mujeres; las que se despiertan a las 4 de la mañana, le dan un beso a sus hijos que aún duermen y toman el transporte que las traslada a la mina, una vez ahí, se arman con su equipo de seguridad y conducen un camión que transporta toneladas de material.

La minería responsable es la que se hace de la mano de las mujeres, las que prospectan, exploran, mapean, calculan reservas y participan en la exploración, dirigen con el mayor sentido de ética, evalúan y hacen estudios de composición de minerales, rocas, y suelos.

Esa minería innovadora no es posible sin las mujeres que continuamente están pensando en la generación de nuevos procesos, que le apuestan al diseño, al desarrollo de sistemas estratégicos, que optimizan recursos en un entorno global, y que cumplen cada una de las metas con la mayor calidad y ética.

Aquella minería sostenible con la que tanto hemos soñado llegará con las ideas de las mujeres, las que constantemente piensan en un desarrollo ambiental adecuado, con verdadera gestión de riesgos e impactos, teniendo en cuenta la resiliencia los entornos y sobre todo, el impacto en las comunidades.

Así es como en la minería vivimos un 8 de marzo todos los días, donde se reconoce nuestra participación y se lucha por seguir abriendo puertas, ya no con fuerza sino con las ideas valiosas que aportan miles de ellas en cada una de las empresas en las que se encuentran. Hago votos para que el próximo año muchas de las premisas expresadas aquí sigan haciendo eco, con más mujeres tomando el lugar que les pertenece dentro del sector.

¡Mujeres, por las de hoy y las de mañana, sigamos en la lucha!