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Por María Buenrostro
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Este domingo 2 de junio tendré la oportunidad de ejercer mi voto por primera vez y espero que no sea la última. 

Durante los últimos meses, casi todas las conversaciones han girado en torno a las elecciones, los candidatos, los partidos políticos y principalmente, el futuro que le espera a México. Este 2 de junio se elegirán distintos cargos políticos y serán las elecciones más grandes que ha tenido nuestro país, dándonos la oportunidad de elegir a nuestra futura presidenta o presidente, senadores, diputados, varias gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

Algo que personalmente me inquieta mucho es la propuesta de una de las candidatas, quien sugiere darle la mayoría del Congreso al partido al que pertenece. Me he dado cuenta que mucha gente no logra entender lo peligroso que puede ser esto, porque el hecho de que un solo partido tenga el poder absoluto sobre las leyes que se crean, cambian y desechan, puede poner en peligro lo más importante que tenemos como país: la democracia.

La diversidad de opiniones y puntos de vista pero sobre todo la división de poderes tan importantes para que nuestro país no regrese a antiguos regímenes donde todas las decisiones y todo el poder se concentraba en una sola persona o un solo grupo de personas que tenían el mismo concepto de cómo gobernar, está en riesgo con esta propuesta de campaña que (espero) no se haga realidad.

Dentro de las redes sociales, lugar en el que todos tienen una opinión que dar, he notado que existe un fanatismo político muy grande. Es impresionante ver cómo la gente puede defender sin parar lo que cree que es lo mejor e insulta de una manera muy agresiva a quien no piensa igual. Es muy triste ver cómo se dejan convencer por un jingle pegajoso o por los reels o stories fosfo fosfo.

Me impresiona ver cómo defienden a una persona que ha dejado a miles de niños sin medicamentos, sin buena educación, a miles en pobreza extrema, que ha mentido constantemente y, además, ocultado millones de delitos, muertes y todo tipo de violencia. Esta gente está cegada a la realidad por muchas razones; por ideologías extremas, ayudas monetarias por parte del gobierno o simplemente porque no se toman el tiempo de ver las distintas opciones que hay. Entiendo que en los últimos sexenios todos los partidos nos han fallado de una o de otra manera y que el hartazgo social (y el discurso desde las mañaneras) ha polarizado a nuestro país. Entiendo también que Xóchitl y la alianza que representa pueden no ser los favoritos de muchos por diversas razones; sin embargo, creo que la gente debería abrir su mente más allá de sus opiniones e intereses personales y pensar en lo mejor para México. 

Hoy tenemos voz y voto, una voz y un voto que puede lograr que México tome otro rumbo, una voz y un voto que puede cambiar el futuro del país para siempre. Nosotros como jóvenes, tenemos que lograr que nuestra voz se escuche. Esta es nuestra oportunidad de hacer historia y tomar control sobre nuestro futuro para construir un México mejor. Puede ser que no volvamos a tener esta oportunidad, y por eso tenemos que ir TODOS A VOTAR. 

No podemos permitir que nuestro destino se decida sin nuestra participación, esta voz y este voto es nuestro derecho y deber como ciudadanos, NADIE nos lo puede quitar. Hagamos historia, no sólo por nosotros, ¡Por todo México!

*19 años. Primer semestre de relaciones internacionales.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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