Yo sí sabía

Para mí el significado de pandemia tiene que ver con preparación, matemáticas discretas y el mito de Cassandra.

Yo sí sabía

Por: Dra. Marilú Acosta

Covid-19 puede caracterizarse como una pandemia”, declara Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020, dando así el banderazo de salida a una nueva forma de existir. Añade: “pandemia [...] palabra que no debe usarse a la ligera o descuidadamente.”

Tanto esmero con pandemia para terminar conteniendo sorpresa, ruptura, duelo, enfermedad, cuarentena, tapetes, sanitizadores, illuminatis, hospitalización, vacunas, zoom, cubrebocas, intubación, aislamiento, coronavirus, dolor, miedo, conspiración, saturación, distanciamiento social, líquido de las rodillas, Long Covid, placa de tórax, paracetamol, caretas, agotamiento, oxigenación, recetas machote, neumonía, pérdida, PCR, guantes, mentira, mudanza, home office, Tik Tok, antígenos, mutaciones, anticuerpos, virtual, enojo, respiradores, booster, escuela en casa, terrores nocturnos, menstruación, economía, dosis, semáforo, fiebre, hisopado, despedidas, concentradores, despersonalización, tomografía, tanques de oxígeno, cenizas, alcohol en gel, depresión, elkóvi, variantes, quédate en casa, oxímetros, dióxido de cloro, fraude, ivermectina, piojos, exceso de medicamentos, azitromicina, muerte, nocturneras y opresión en el pecho, entre otras.

Para mí el significado de pandemia tiene que ver con preparación, matemáticas discretas y el mito de Cassandra.

En 2006 me sumo, a nivel nacional e internacional, a la preparación ante una pandemia de influenza desde la Secretaría de Salud, preparación que la OMS solicitó en 2005. Entendí que una sociedad preparada mitigaría con más facilidad las consecuencias de una pandemia. Sabría mantener cadenas de producción y apoyaría al sistema sanitario. La idea era preparar y formar redes entre industrias y sectores para mantener en funcionamiento a la humanidad. También descubrí al bomberazo: “asunto o situación espinosos que deben afrontarse y resolverse con una inminencia tal que no permite más que la aplicación de medidas apresuradas, improvisadas y de emergencia”. La administración pública va de bomberazo en bomberazo y, en esa lógica, una pandemia sería el bomberazo de los servidores públicos en turno.

Imaginar un sinfín de escenarios, crear materiales de preparación y respuesta acordes, comprobar que 75% era el número de la inmunidad de rebaño para la influenza y resumir la preparación con la frase La salud está en tus manos son matemáticas discretas. También la teoría del juego y teoría de la decisión. Entre más conoces la posición de una partícula, menos conoces su impulso (principio de incertidumbre de Heisenberg). Entre más conocí la preparación (2006-2008), menos me imaginé la respuesta (2020-2022) y viceversa, entre más respondí (2020-2022), menos reconocí la preparación.

Cassandra, a pesar de tener el don de conocer el futuro, no puede evitar ninguna tragedia por el castigo de Apolo: nadie creerá sus predicciones. La prevención de una pandemia sufre del mito de Cassandra. Es verdad que la pandemia de influenza H1N1 de 2009 distrajo e hizo bajar la guardia. Sin embargo, algo faltaba. Pasó una década y gran parte de quienes a nivel internacional trabajamos en la preparación estábamos enfocados en otra cosa. Los servidores públicos sensibilizados habían avanzado en sus carreras políticas y los nuevos poco o nada sabían al respecto.

El indicador que evalúa el impacto de una pandemia es la mortalidad; tiene que ver con el virus, pero también con la respuesta. Se declaró pandemia por Covid-19 con 4 mil 291 muertes acumuladas en el mundo. A dos años, oficialmente se acumularon más de 6 millones de muertes. Son muchas, pero son más cuando se mide el exceso de muerte: en estos dos años, además de las 112 millones de muertes esperadas en el mundo, han muerto casi 25 millones más, atribuibles al Covid-19. México oficialmente dice 320 mil, pero hay 667 mil muertes de más al 17 de enero 2022; llevan 2 meses sin actualizar. La Ciudad de México es la entidad donde hay más exceso de muertes, aumentó casi en un 70% durante la pandemia: un claro indicador de una pésima respuesta y aquí Cassandra no tiene nada que ver, pero sí Claudia.

¿Cuáles serán las cifras cuando declaren terminada la pandemia? No lo sabemos.
De mucha gente he escuchado “no sabíamos”, “nunca nos imaginamos”, “nos debieron ayudar a prepararnos, responder, recuperarnos, pero nos dejaron solos”.

Los bomberazos convirtieron en polvo la preparación en casi todo el mundo. Los servidores públicos que sabían, como el subsecretario de Salud, vieron primero por sí mismos que por la población.

Hace dos años empezamos a existir de una manera distinta. No hay vuelta atrás. Ojalá este cambio aumente la credibilidad en la prevención.

El mito de Cassandra también me alcanza, porque yo sí sabía, sí imaginé y sí preparé, pero no pude evitar la tragedia. Es también una lección de humildad: ante la naturaleza poco se puede hacer.

@marilu_acosta

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